Revista REA #2: Arquitectura como objeto político.

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En conclusión y a mi modo de ver, la arquitectura se encuentra sometida y dominada violentamente por el discurso político, que no la utiliza ya solamente como objeto de poder sino en muchos casos como medio de control, atrás quedaron ya los años en que los dirigentes barriales presionaban por elevar construcciones para materializar sus deseos y perdurar en la memoria, bajo el discurso actual se ha implantado la idea de que cualquier intervención por más mínima que sea, llámese bote de pintura, mobiliario de pallets o jardineras de botellas es legítima si es avalada por cualquier número de personas que en muchos casos por falta de recursos o por desconocimiento no tienen más que aceptar y dar por valido el proyecto que muchos políticos con ayuda de arquitectos implantan con el único objetivo de hacer más digerible la pobreza o cualquier problema que aqueje a uno u otro barrio. El derecho a intervenir: La Simaquía vs la participación. Si bien es cierto que es derecho de todos el poder modificar la ciudad para adaptarla a las necesidades actuales, sin embargo, es diferente proyectar mediante el término en boga “participación”, situación en la cual difícilmente la arquitectura tiene protagonismo y en donde se intenta dar por válida cualquier opinión, a realizarlo mediante el concepto de “simaquía”, término griego que quiere decir “colaboración para el combate”, una alianza, un apoyo mutuo con un objetivo común y bajo la dirección del “hegemón” o jefe que dirige la toma de decisiones en la simaquía y en cuyo caso puede y debe ser la arquitectura. La posición que debería tomar la arquitectura es la de punta de flecha, la de hegemón dejar de ser un objeto de políticos que preocupados por el discurso descuidan el proyecto y retomar ideas las cuales marcaron la edilicia desde la antigüedad. 1. La permanencia del mundo público: Los proyectos en el espacio público deben responder a un estado de permanencia puesto que es lo que dejaremos al morir y lo que las nuevas generaciones se encontraran al nacer. 2. La "logías" como ramas de un arbol que será la arquitectura: Rescatar el valor de la arquitectura como punta y directriz del proyecto, y en palabras de Alvar Aalto desconfiar de los teamworks, devolverle a la arquitectura su independencia y libertad para soñar.

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OP 3/8 Henri Lefebvre: (1901-1991) fue un filósofo y sociólogo de orientación marxista. Su obra intenta responder a las preguntas abiertas por el pensamiento de Marx, Hegel y Nietzsche respecto al análisis del mundo moderno. Sus principales líneas de investigación se centran en el estudio del Capitalismo, la Crítica de la vida cotidiana y la Producción del espacio. Robert Venturi: (1925-) Arquitecto estadounidense. Crítico de la ortodoxia del movimiento moderno, que desembocó en el postmodernismo de la década de 1970. Su causa defendía una arquitectura compleja y que aceptara sus contradicciones. Rechazó la austeridad del movimiento moderno y animó el retorno del historicismo, la decoración añadida y de un rotundo simbolismo en el diseño arquitectónico. Alvar Aalto: (1898-1976) fue un arquitecto y diseñador finlandés. Formó parte del Movimiento Moderno y participó en los CIAM (Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna).


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