Periplo. Vol. XXIII. Ataraxia

Page 32

Papeles Náufragos

Ante nuevas oportunidades incurrió en su error, agravando de esta manera sus cargos. Aquí, ahora, ante el rector de la sección, el excelentísimo doctor Álvarez-Riera, el consejo de alumnos y un representante de la administración central, se procederá a la ejecución de la pena máxima. Y el pinchazo, Juancito. Fue como la picadura de un mosquito y, luego, el mundo velándose a la distancia y tú que no llorabas ni reías ni apretabas los dientes de rabia. Tú que simplemente morías así, como ellos habían querido. No hubo quejas ni lágrimas. No dijiste nada. Juan, si ni siquiera te importó que te mataran por desconocer lo que todos desconocían. Ya no te torturaste por el estúpido descuido de desvelar tu ignorancia. Para entonces la pastilla se había apoderado de ti por completo. Te despidieron de este mundo sin decirte en qué año había nacido exactamente Sánchez de las Brozas y, así, te marchaste transparente. Te mataron cuando dejaste de ser tú, Juancito, ese fue tu castigo. —Sit tibi terra levis.

Ω

32 • PERIPLO • Octubre 2013 • Vol. XXIII


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.