[COLUMNISTAINVITADA]
POR CECILIA LÓPEZ MONTAÑO I EX MINISTRA Y SENADORA DE LA REPÚBLICA
Turismo:
Y EL CAPITAL HUMANO QUÉ?
C
Si Cartagena realmente desea ser el lugar ideal para el descanso y la diversión, tiene que invertir en su gente. [8] LATINPYME
artagena se sofi stica cada vez más como atractivo turístico, no solo para los colombianos sino para los extranjeros. Se ha entendido muy bien que no se trata solo de playas, que entre otras no son las mejores del país, sino que se ha logrado desarrollar las fortalezas de la ciudad y se han abierto campos como la cultura y una rumba más elaborada con la presentación de los cantantes de moda a nivel nacional, para no hablar de los conciertos de prestigiosos músicos del mundo que engalanan esta ciudad durante el mes de enero. Caminar la ciudad vieja sigue siendo una experiencia mágica y para aquellos que adoran Miami, en las nuevas edifi caciones de la Boquilla y sitios aledaños, encuentran ese estilo que atrae a muchos. Siempre se había dicho que el problema de Cartagena era que no había defi nido su verdadera vocación: si quería ser una ciudad industrial, tomando como punto de partida a Mamonal, si quería ser un centro de comercio para muchos municipios aledaños con desarrollo inferior o, si se iba a dedicar al turismo. Sin que se haya resuelto claramente esta incógnita, si es evidente que la dinámica de la industria turística exige un serio análisis para que no se frene sino para que por el contrario, abra muchas oportunidades no solo para la ciudad sino para la región Caribe y por qué no, para el país. Y es aquí donde empiezan los problemas. Sin duda, el turismo requiere de la infraestructura adecuada y en este campo, Cartagena ha logrado avances interesantes. Los hoteles-boutique abundan en la ciudad vieja, llenos de comodidades y para muchos, con estándares internacionales. Los conciertos en
las plazas tienen una calidad de sonido inclusive mejor de lo que se logra en Bogotá en donde hay menos lugares para estos eventos y con la difi cultad de un clima poco adecuado. El teatro Heredia, que en buena hora se reconstruyó, cumple con todas las condiciones para desarrollar actos culturales así como matrimonios de famosos. Sin embargo, no debe olvidarse que el turismo es un servicio que demanda una mano de obra educada para saber responder a los requerimientos de una población cada vez más exigente. Cartagena es una ciudad llena de pobreza, tal vez una de las que tienen el mayor nivel de personas en condiciones precarias en el país. En medio de tanta pobreza, con muy pocas oportunidades de tener ingresos, sin medir las consecuencias para el futuro crecimiento de una industria de la cual no se sienten parte, aprovechan la primera oportunidad para abusar de los clientes. Nadie les ha hecho ver que turista estafado no vuelve y que, su futuro personal está ligado a su desempeño presente porque su trabajo es indispensable. Sin embargo, la culpa no es de esta población que ha vivido sin esperanzas. La culpa es de una sociedad que no valora su trabajo y que no quiere invertir en su formación. Si Cartagena realmente desea ser el lugar ideal para el descanso y la diversión, tiene que invertir en su gente. Así, sin el recurso humano educado, sin construir capital humano, sin compartir con ellos el desarrollo de esta industria, el turismo cartagenero se frenará a pesar de que la ciudad está más linda que nunca.