Revista Haucaypata Nro. 10. 2015

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REVISTA HAUCAYPATA Investigaciones arqueológicas del Tahuantinsuyo

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Figura 2. Ubicación del paraje de Inkapintay en relación al actual pueblo de Ollantaytambo. El río Vilcanota corre abajo, de este (derecha) a oeste (izquierda), es decir, hacia Machu Picchu y la región de Vilcabamba. Fuente: Google earth.

intención del mentor de la pictografía pues, hasta ahora, domina la zona de ingreso al asentamiento Inca, pudiendo ser vista desde lejos. Hay que resaltar que el boceto de Rugendas muestra una figura esquemática y antropomorfa con los brazos alzados. Este detalle es importante pues es parte de una serie de observaciones y referencias erróneas que –sobre la configuración de la pictografía– se dieron a lo largo del tiempo, hasta hace muy poco4. Por ejemplo, a principios del XX Luis E. Valcárcel se refiere a la pictografía de Inkapintay del siguiente modo: “En lo alto de un peñasco, cerca al pueblo y fuerte antiguo de Tampu, los viajeros reconocen la figura de un guerrero pintada con ocre rojo indeleble. Esta representación antropomórfica es perfecta al parecer… El sitio en que aparece la pintura es inaccesible, a más de 40 metros sobre la tierra. El artista debió trabajar descolgado desde la cuchilla.” (Valcárcel 1926: 13 y 14)5. A fines del siglo pasado esta pictografía fue referida por el antropólogo cusqueño Jorge Flores Ochoa quien, por primera vez, establece

la relación entre la pictografía de Inkapintay y Manco Inca sobre la base de la referencia cronística de Guaman Poma de Ayala. Sin embargo, debido a su difícil acceso y a que sólo era posible observarla desde la pista asfaltada, le atribuye rasgos que no ostenta (Flores Ochoa et al. 1993: 31, 32 y Flores Ochoa 2001). Jean-Pierre Protzen señala que: “Es difícil determinar si estas son las pinturas a las que hace referencia Guaman Poma, pues se encuentran tan erosionadas que no se reconocen los diseños... en un dibujo realizado por Rugendas (c. 1844), que muestra el acceso a Inkapintay desde el Cuzco, puede observarse en lo alto de la cara de una roca la representación de una figura vestida con una túnica y los brazos extendidos 4 Esta serie de percepciones no será tratada aquí en detalle. 5 Por otro lado, como ya señaláramos (Falcón 2013: 51) la cita que se atribuye a José Gabriel Cosio es inexacta: “se ve en la roca una pintura indeleble que representa un soldado indio en la actitud de lanzar una flecha hacia Ollantaytambo” (Cosio 1924: 104, citado en Hostnig 2008).


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