En las ciudades y sus alrededores estamos muy acostumbrados a comprar en supermercados en los que podemos encontrar todo tipo de productos, tanto envasados como frescos, carnes, frutas y verduras. Nadie puede negar lo cómodo que eso resulta. Pero, por otra parte, este hábito de compras genera una desconexión muy grande con los productores y el producto que vamos a comprar. Si estamos en un camino de querer comer mejor, ya sea porque nos gusta cocinar o porque buscamos una alimentación más saludable, es fundamental dejar un poco de lado el supermercado para ciertos productos frescos y volver a recorrer verdulerías y carnicerías de barrio. Esto nos lleva a tener una conciencia mayor sobre los productos que consumimos y saber que hay épocas del año en las que determinado producto no se consigue, o si se consigue no tiene una gran calidad. Un claro ejemplo de esto es el tomate, una planta de estación que entrega sus mejores frutos durante los meses de primavera y verano. Quienes hayan tenido la posibilidad de viajar habrán notado que en otras partes del mundo los tomates se consumen frescos durante el verano, cuando tienen lo mejor para dar, y se elaboran conservas para los meses fríos. La falta de conocimiento hacia los productos que tenemos acá ha generado que todo el año se vendan tomates frescos, y esto derivó en que terminemos consumiendo un tipo de tomates sin nada de sabor, pálidos y desabridos. Este es solo un ejemplo, ¿pero cómo evitamos consumir productos sin sabor? ¡Comiendo en estación! Las frutas y verduras de estación no pasaron por cámara de frío, no viajaron muchos kilómetros para llegar a nuestra mesa. Y no
Será porque el invierno va de la mano con tener el horno encendido por horas, es la época de las cocciones largas, de las sopas y los caldos de verdura... hace falta convertirse en un experto en agricultura para esto: basta con generar un vínculo con nuestro verdulero de confianza. Preguntemos qué cosas están mejor, de dónde las traen, qué nos recomiendan. Se van a llevar una grata sorpresa. Entonces, siguiendo con nuestra idea de cómo pasar el invierno, teniendo una buena alacena con productos básicos, como arroz, legumbres, harinas, buenos condimentos, y sabiendo comprar productos frescos de temporada, podemos hacer todo tipo de preparaciones. Un básico indiscutible son las sopas. Una vez que sabemos cómo prepararlas no hay vuelta atrás. Se pueden hacer de lo que se les ocurra: calabaza, arvejas, cebolla,
GALLARETAS / JULIO DE 2018
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