La dinastía Borbón
The House of Bourbon
Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg, desposados en 1906
La reina María Luisa, por su parte, era un pendón desorejado que cayó rendida en brazos de numerosos amantes, como el guardia de corps Manuel Godoy, titulado luego gracias a ella príncipe de la Paz. De hecho, en su última confesión realizada en el mismo lecho de muerte la reina aseguró bajo juramento al fraile Juan de Almaraz que ninguno de sus catorce hijos lo era de su esposo Carlos IV. El asombroso documento se reproduce por primera vez en mi reciente libro Bastardos y Borbones (Plaza y Janés). -Era la época dorada del emperador francés Napoleón Bonaparte, ante quien el propio rey Carlos IV y luego su hijo Fernando VII se postraron de hinojos, ¿no es cierto? -Fue vergonzoso; Dominadora de su débil y sumiso marido, la reina María Luisa y su amante Godoy condujeron durante veinte años la política del país, en una época especialmente delicada para España, con la Revolución francesa y el imperio de Napoleón Bonaparte como telón de fondo. Así se explica que España perdiera su independencia, invadida por los franceses, en connivencia con sus propios reyes, y que su gran imperio colonial se resquebrajase sin remedio. -Hablando de Borbones, ¿Fernando VII fue tal vez el peor de todos? -Sin duda. El miserable Borbón felicitaba a Napoleón por sus victorias sobre sus propios compatriotas españoles. Cuando los ejércitos de Napoleón invadieron España y éste convirtió a Fernando VII en “el prisionero de Valençay”, el monarca se entretenía en su cautiverio dirigiendo cartas y organizando homenajes al emperador francés. En una carta
La reina María Cristina rodeada delfuturo Alfonso XIII y las infantas María Teresa y María de las Mercedes 8
DIPLOMACIA siglo XXI ● nº65