Reino de España En el terreno de la comunicación, en los últimos años hemos dado un verdadero salto en nuestra capacidad para mantener informados a los ciudadanos tanto sobre nuestra política exterior como sobre las situaciones consulares que les puedan afectar, a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y en particular de las redes sociales, a cuyo uso el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación se ha incorporado plenamente, acompañando en ello a la sociedad española. Mención especial merece el desarrollo de nuestra diplomacia pública, en particular gracias a la labor de las Casas (Casa de América, Casa África, Casa Asia, Casa Árabe, Centro Sefarad-Israel y Casa Mediterráneo), que proporcionan un marco de diálogo entre la sociedad española y las sociedades de sus respectivas zonas geográficas y culturales, así como las Fundaciones Consejo (con México, EE.UU., China, Colombia, Rusia, Brasil, India, Japón, Australia), que ofrecen también un marco de interrelación bilateral con dichos países en el que nuestras empresas con proyección exterior juegan un papel impulsor. Finalmente, una de las causas de la especificidad española en el mundo radica en su cultura y su idioma, que son españolas pero también son universales, y por ello demandan de nuestra política exterior una labor de acompañamiento, a través de nuestros numerosos centros culturales en el exterior, en particular el Instituto Cervantes, sin olvidar la diplomacia científica y técnica, cual corresponde a un país con un nivel de desarrollo académico y tecnológico como el de España.
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Diplomacia iplomacia Siglo XXI
Kingdom of Spain
UN BALANCE Por su historia y su posición en el mundo nada de lo que ocurre en la escena internacional es ajeno a España. Pero, más allá de esto, nuestro país ha demostrado sobradamente que tiene un valor añadido que ofrecer a la comunidad en la resolución de sus múltiples desafíos. Hoy la voz de España es más necesaria que nunca, en particular en la construcción europea, pero también en el desarrollo de una gobernanza internacional basada en normas y que debe hacer frente al acecho de múltiples amenazas. Y es una voz necesaria, porque representa una visión equilibrada, dialogante y experimentada en el ámbito internacional. En Europa España contribuye a ello siendo un socio fiable, que trabaja para lograr el consenso. En un mundo caracterizado por la inmediatez de la información, la tentación de buscar soluciones-milagro a los conflictos que se plantean es grande, pero sabemos por experiencia que las soluciones duraderas requieren tiempo, diálogo y confianza mutua, es decir, una diplomacia tenaz, que combine en dosis adecuadas ambición y realismo. España contribuye así también al orden internacional y regional siendo un aliado leal, que cumple sus compromisos no solo mediante declaraciones, sino arrimando el hombro en términos de participación en operaciones y ejercicios, tanto de la UE como de la OTAN, y que a la vez que sensibiliza a sus aliados sobre las amenazas que percibe, es sensible a las percepciones de éstos. Lo que España promueve en el exterior no es ni más ni menos que lo que la sociedad española demanda, esto es, la seguridad y el desarrollo y social económico propio y ajeno, y, en definitiva, una Europa que funcione mejor y una comunidad internacional más justa, regida por el derecho y caracterizada por la cooperación.•