Laura Sánchez Ley Fotos: Marco Tulio Castro
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Narco corridos, policías, sicarios, mota, perico, trocas, machotes, dílers y mucho ¡bang, bang!: el “mexican narco cinema” o video home, está más activo que nunca. “La historia tiene un principio, desafortunadamente la mía empieza con una tragedia” ¡Bang, Bang! suenan los balazos y descienden de una camioneta tipo Explorer color negro cuatro sujetos con 8 rifles cuerno de chivo. “Ahora si cabrón se te acabó el corrido. Ojo por ojo”, amenazan los sicarios de Juan Rentera a Saúl Hernández. Con al menos 10 impactos de arma larga, el menor de los Hernández es baleado. “Wrong guy bitch, acabates con toda tu familia por tus pendejadas. ¡Ya vámonos este lugar apesta!”. Después de unos segundos… ¡tan tan taaan! Saúl Hernández no murió, por lo que decidirá cobrar una sangrientísima venganza durante dos películas más. ¡Juro que ahora sí 4
no se la van a acabar cuando los traiga encajuelados!, promete Hernández. Tras algunas semanas de producción, el corrido del cantante Larry Hernández se ha inmortalizado en la pantalla…, chica. Con ustedes señoras y señores: El Baleado I y II.
Plomazo de 50 mil bolas
En los años 70 la población en México dio cabida a un nuevo género cinematográfico: “el narco cine”. Corridos que sonaban en la radio todo el día fueron llevados a la pantalla grande y llenaron así, las carteleras con títulos como “La Banda del Carro Rojo” y “Operación Marihuana” aunque el director de cine Enrique Murillo dice que en un país donde prácticamente no se tiene acceso al cine, fue necesario comenzar a distribuir en VHS y después en DVD. “Se creó una especie de subgénero y fue denominado video home”.
Hacer un video home no es tarea fácil: “operamos con un presupuesto de 50 mil dólares, por lo que el dinero alcanza cuando más para una semana de preproducción, dos de rodaje y una de edición, así que en cuatro semanas la película tiene que estar en el mercado”. Y las películas llegan a Walmart, Kmart, 7 Eleven y a miles de tiendas por todo México y Estados Unidos. Murillo relata que el proceso es tan rápido, que solo en un año ha dirigido unas 10 películas, “pero eso no es nada: imagínate desde el 68 he trabajado en más de 750 largometrajes lo que te da una idea de cuan acelerado es el proceso”. Actualmente el director, productor y guionista de 58 años colabora con la productora tijuanense “Baja Films”, una de las tres compañías realizadoras de video home en México. El talento de Murillo lo ha llevado a