Carolina García
Medio ambiente
Si saliésemos a pasear por el campo en un día cualquiera de este mes de diciembre, muy poca gente esperaría encontrar flores o frutos en esta época del año. Estos procesos los asociamos más a la primavera o al verano. Pocos saben que existe un fenómeno que recibe el nombre de estivación. La estivación no es ni más ni menos que el proceso contrario a la hibernación que, aunque sean conceptos que generalmente se usan más cuando hablamos de animales, se pueden usar también al hablar de las plantas para entender las estrategias que utilizan para sobrevivir. Debido a las duras condiciones climáticas que sufrimos en el sureste ibérico durante el verano, muchas especies vegetales tienen como estrategia perder sus hojas con la finalidad de evitar la evaporación de agua que se produce en las mismas. Por eso tienen aspecto de estar secas, cuando en realidad, esperan a las primeras lluvias para llevar a cabo el proceso más importante de todo ser vivo: la reproducción. Es por eso que si a nuestro semidesértico paisaje le añadimos que muchas plantas parecen estar secas aunque en realidad no lo estén, el escenario de un verano en la comarca del Baix Vinalopó es desolador en cuanto a flora se refiere. Sin embargo, con las primeras lluvias de otoño es cuando se produce la “primavera” de estas plantas y nos obsequian con flores llamativas e inesperadas y curiosos frutos que en ocasiones parecen flores. Sin duda, un espectáculo de color que no pasa desapercibido en otoño, para todo aquel que tenga interés en verlo. El otoño de este año, después de una agonizante sequía que amenazaba con no acabar nunca, ha sido realmente bueno en lo que a lluvias abundantes y temperaturas suaves se refiere. Gracias a eso hemos podido disfrutar de una floración y fructificación explosivas.
LYCIUM INTRICATUM Un ejemplo claro de una especie que estiva y pierde las hojas durante el verano es el cambrón (Lycium Intricatum) también conocido como Espí Blanc. Lo podemos encontrar e identificar fácilmente en nuestro entorno. En el paseo marítimo de Arenales del Sol es abundante. Es un arbusto muy ramoso y espinoso, cuyas ramas acaban en fuertes espinas. Caducifolio, obviamente. Las hojas, cuando se hallan presentes, son generalmente pequeñas, muy carnosas y de color verde mate por ambos lados. Y un aspecto que 36 - El Crisol
lo hace muy fácilmente identificable en esta época del año, es la presencia de los frutos. Son rojos, pareciendo diminutas bayas, como si cada una de ellas fuese un globo pequeño.
Hojas de Cambron en primer plano. De fondo una asociación de plantas de saladar costero; Salicornia spp y Suaeda spp entre otras.
Frutos del cambron
Detalle del fruto
La Salsola oppositifolia constituye un buen ejemplo de planta que fructifica de manera espectacular durante el otoño.
SALSOLA OPPOSITIFOLIA La Salsola oppositifolia constituye un buen ejemplo de planta que fructifica de manera espectacular durante el otoño. Es un arbusto perennifolio (que no pierde la hoja) de hasta 4 metros de altura. Las flores de la Salsola oppositifolia o Salado Negro, son diminutas. Apenas apreciables desde una distancia de varios metros. Mientras que el fruto está formado por 5 sépalos de aspecto papiráceo, es decir, que su textura nos recuerda al papel y que se asemejan en su conjunto a una flor más común. No hay más que darse un pequeño paseo de El Altet hacía Arenales del Sol, para poder disfrutar del magnifico efecto que hacen todas juntas. A las plantas del género Salsola spp. así como a las de estos otros: Halogetum, Salicornia, Sarcocornia, Suaeda o Atriplex,