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razón creadora Es más, si alguna pregunta “¿Le va a doler al niño?” (porque hay quienes tienen la convicción de que lo que van a abortar es un hijo), le responden: “No, no; sólo se trata de un tejido, no tiene terminaciones nerviosas…” Además le dicen que a ella no le va a pasar nada, le hacen firmar un consentimiento informado en el que, como en cualquier intervención quirúrgica, le señalan las posibles complicaciones que puede tener, y desde hace unos pocos años, al menos en la clínica Dator, indican que puede tener una “ligera depresión” que pasará con el tiempo.
A un matrimonio asturiano, bien situado económicamente, le diagnosticaron que su hijo (el primero) venía con síndrome de Down: ella quería abortar, él no. Vinieron a Madrid y les presentamos a una familia con cinco hijos, el cuarto de ellos con síndrome de Down, que estaría dispuesta a adoptar a otro niño igual. El marido, ante la posibilidad de darlo en adopción, quería firmar ante notario que no obligaría a su mujer a quedarse con el hijo, pero al menos le pedía que terminase el embarazo. Ella estaba de cinco meses y abortó. Ahora él está recibiendo tratamiento psicológico y me dice que tenían que abortarlo porque “además del síndrome de Down, el niño venía con cardiopatías”. Yo le comentaba que todos las criaturas con síndrome de Down tienen una cardiopatía prenatal diagnosticada, pero eso no justifica el aborto: ¿acaso es menos digno de nacer que cualquier otro bebé?. Él está en una fase de reafirmación que pasará y, cuando pase, se dará cuenta de que ha matado a su hijo, su único hijo; pero allí estaremos nosotros para ayudarle.
A “ligera depresión” reducen el transtorno diagnosticado en muchos casos como “síndrome posaborto”, un transtorno que ha llevado a algunas mujeres al suicidio, a otras a autolesiones, a transtornos de la alimentación, de la conducta sexual, del sueño (insomnios, pesadillas recurrentes), a ser agresivas con el entorno familiar o de amigos: hay muchísimos síntomas que a veces, pueden confundirse con estrés, ansiedad o “depresión por la crisis”. Y me cuenta el caso de una inmigrante 23 El otro día, en una Universidad, les decía a las es- años, embarazada del séptimo hijo (de los tudiantes: “Quizás tengáis alguna compañera a la cuales viven tres), con tres abortos provoque estáis notando rara, un día triste, otro eufó- cados en su haber. Esta mujer se queda rica, otro enfadada; quizás no duerme bien o está embarazada siempre de la misma pareja, alicaída, va al psiquiatra y le diagnostica estrés o él la abandona cada vez que hay un embarazo; al encontrarse sola, sin trabajo, ella ansiedad. Puede que detrás de todo esto haya un decide abortar y, poco tiempo después, aborto”. Tampoco hace falta que el aborto sea revuelve a quedarse embarazada… ciente; efectivamente, conocemos el caso de una Una vez que la mujer pasa por la experiencia mujer que abortó hace veinte años, y ahora está de un aborto provocado, lo más probable es teniendo los síntomas posaborto. que desde ese mismo momento esté suEl síndrome posaborto tiene varias fases. friendo ya los síntomas del síndrome posaLas dos más inmediatas son la de la nega- borto: uno de ellos es querer embarazarse de ción y la de la reafirmación, es decir, la nuevo de forma compulsiva, por el vacío que primera consistiría en que la mujer no se le crea tras el aborto. A esta mujer, que nos reconoce la gravedad de lo que ha hecho la han derivado de Cáritas de una localidad ma(“Si no ha pasado nada, no me ha dolido, drileña, que dice que le encantan los niños y estoy tan a gusto”) y, la segunda, sería ser madre, cada aborto le crea un vacío más cuando la persona se reafirma en la deci- tremendo y cada vez está más incapacitada sión tomada (“Tenía que hacerlo, no para tomar la decisión correcta; de momento, había más remedio”). Esto, Carmina lo hemos conseguido parar la idea de un nuevo aborto: hace unos días la llevamos a hacerse ejemplifica con el siguiente caso real: una ecografía y vio a su hijo.
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