erdos de todo tipo en cualquier venezolano contemporáneo. Visto así, entendemos por qué se rescata, remodela, amplía y reimpulsa esta estructura conservando su nombre, pero con una nueva operación y administración que refuerza lo positivo que tenía en aquella época, y mejora todos los aspectos con el importantísimo aval de la cadena Wyndham.
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No era para menos, pues se trataba del primer hotel 5 estrellas que abría en Margarita: producto, reflejo y a su vez impulso de una Venezuela en plena bonanza, con una clase media alta en ascenso que vacacionaba en la isla para ver y dejarse ver, y cuya fama crecía internacionalmente. No es posible hablar del Concorde sin evocar recu-