66
///publirreportaje
Renzo vacchelli, Fernando Hanza y Álvaro Raffo.
Un viaje Culinario Quinta Avenida es el resto- bar en donde la vanguardia se impone. El consumidor limeño es cambiante. Sus intereses varían con frecuencia. Quinta Avenida trata de englobar toda la experiencia de lo que implica salir por la noche. En el mismo local se encuentran el restaurante y el bar: primero la cena, de 7:30 p.m. a 12:30 a.m., y luego unos tragos en la barra. La propuesta es global: un espacio cálido y elegante y una carta suprema, que combinan elementos nacionales y mediterráneos. Quinta Avenida quiere transportar a su público a Nueva York. Grandes fotos de la Gran Manzana decoran la sala. El ambiente termina de componerse con luces tenues y precisas para
comenzar una noche prometedora. La experiencia evoca la diversión y modernidad que la gran ciudad norteamericana ofrece, pero en un espacio sobrio y agradable. Además, este resto-bar cuenta con la asesoría gastronómica de reconocidos cocineros como James Berckemeyer y Álvaro Raffo. Involucrados en el mundo de la cocina, ellos fueron las mentes maestras detrás de la carta y trabajaron seis meses en ella. Platos elegantes y exclusivos combinados con productos peruanos, infaltables en cualquier cocina de la capital. Se puede disfrutar de un foie gras con manzanitas acarameladas y galletas de café, unos
rollos vegetarianos o unas galletas de choclo con salmón; todo esto como un abreboca. De fondo, un generoso pescado mediterráneo, plato que se acompaña con puré de zanahoria y pimientos; o un lomo saltado de osobuco con curry. De postre, un blue fondant, hecho a base de queso azul y contundentes trufas. Una mezcla de insumos locales e ideas mediterráneas. Un ambiente ideal para comenzar una velada tranquila, relajante y con una dosis de elegancia. Esto es Quinta Avenida.