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No se creen rockstars. Pasarla bien solo haciendo música es su única filosofía. «Los músicos son locos que viven en este hoyo solo para estar un minuto fuera», dice Diego. Para la banda, ese minuto es todo lo que tienen ¿Qué pensaron sus familias cuando decidieron dedicarse a la música? Ezio: Al principio, fue difícil porque entraron muchos miedos. Lo primero que hicimos fue dejar la universidad. Cada uno llevaba un año y medio estudiando, pero dijimos que por la música íbamos a dejarlo todo. Nuestro argumento para cuando nos decían que estudiáramos algo «por si acaso» era: «¿Por qué no le dicen a los médicos que estudien saxo, “por si acaso”?». Si estudias algo «por si acaso», lo que realmente te gusta nunca lo vas a hacer. Diego: Solo después de estar 45 días número 1 en MTV, nos dijeron: «Ok. Dedíquense a la música». *** Hace una semana que Diego tiene su celular muerto. Para alguien que recibe más de treinta llamadas diarias, supera los 40 mil seguidores en Twitter y cuenta con centenas de likes en Facebook por hora es una situación –por decir lo menos– incómoda. Ádammo es una banda potenciada por las redes sociales. La cantidad de gente que está atenta a sus movimientos por Internet es alucinante. Sus comentarios en Facebook son inmediatamente
adornados con cientos de respuestas de sus fans y sus mensajes en Twitter son retuiteados por decenas de personas. «Lo cierto es que hay de todo, hay gente que se crea cuentas falsas solo para joderte. Y te lanzan algunas cosas ofensivas. Gracias a Dios, el 99% son mensajes positivos», comenta Diego Ubierna. La idea es no tratar de aparentar lo que no son y no creerse el jueguito de ser rockstars. Estar con los pies en la tierra y pasarla bien tocando su música parece ser la filosofía de la banda. A pesar de haber sido parte de uno de los videos de Slash o de tener una de las codiciadas lenguas de los Premios MTV, o de haber tocado dos veces en el mismísimo Luna Park de Buenos Aires, siguen siendo los simples chicos que partieron tocando melodías e inventando letras como si estuvieran jugando. Odian a los artistas que actualizan su estado de Facebook sacándole fotos a sus platos de comida o que ocupan Twitter simplemente para informar a sus followers las fechas de sus próximos conciertos. «No todo es sonrisas y no todo es lindo. A veces la puedes cagar, a veces recibes malas noticias. Eres tú, eres una persona», dice Ezio. Quiere que sus fans tengan claro eso. Por estos días Ezio, Renzo y Diego están dedicados al trabajo de composición de su tercer
disco. Se juntan a diario para mostrar lo que han pensado como una nueva canción y comentan cómo podrían hacer un arreglo. A Diego le viene la inspiración en la madrugada. «Mi vieja me dice: “Diego, por favor, son las tres de la mañana, necesito dormir”. Y yo le pregunto: “mamá, ¿qué te parece esta melodía?”. Y ella se despierta y me dice: “Dieguito, está preciosa esa canción, qué bien suena. Pero ya duérmete”». *** Seguimos en al auto rojo de Renzo. Fue imposible encontrar un café disponible, así que no nos quedó otra que ir a mi departamento y tomar café barato con algo de azúcar. En Lima comienza una lluvia leve, parece que durará el resto de la noche. Imagino que no todo es bonito en la vida de los músicos que se hacen famosos. Le comento eso a Diego. «Siempre he pensado que en esta carrera hay que llorar, hay que sufrir, hay que irse al hoyo y hay que pasarla mal», responde. «Los músicos son locos que viven en este hoyo solo para estar un minuto fuera». Para la banda, ese minuto es todo lo que tienen.