Relevant BCN - Release #19

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He aquí una palara que no habrás escuchado jamás: “espectrógeno”. La razón por la que no la has oído es porque me la he inventado hace poco. Ahora quiero introducirla en el lenguaje. “Fantástico” - podéis pensar - “pero ¿qué diablos significa?” Una pregunta inteligente y que os enaltece mis queridas criaturas sedientas de sabiduría.

espectrógeno a secas es un nuevo término para determinar el género, que acompaña y unifica las características físicas, mentales y emocionales que hasta ahora se han asignado - algunos puede que digan que de forma arbitraria - a lo que nos han enseñado desde pequeños que son los géneros: el masculino y el femenino. Yo lo veo así: lo que constituye la definición aceptada de masculino y femenino tiene mucho menos que ver con los rasgos naturales que con la imposición cultural de roles individuales y funciones en la sociedad. En el mundo moderno occidental de hoy en día, donde las funciones y los roles ya han llegado mucho más allá de los parámetros limitados de una clasificación tan cerrada de géneros, las palabras “masculino” y “femenino”, en el mejor de los casos, no deberían ser más que descripciones biológicas; para ser hombre hay que tener testículos y pene; ser mujer significa tener ovarios y vagina.

¿Qué más da con quién te acuestes? ¿Por qué limitarte a decir “me gustan los hombres” o “me gustan las mujeres”. Está claro que todos creemos tener gustos muy definidos, pero... ¿a qué se deben esos gustos? ¿Inclinación natural? ¿Adquisición rigurosa de conocimientos? En términos de placer sexual, probablemente seamos todos bisexuales pero nos han enseñado a no serlo porque algún día a alguien se le ocurrió que esas predilecciones no eran compatibles con una sociedad “decente”, lo que quiera que signifique ese término. De ahora en adelante, me niego a ser tiranizado por la terminología restrictiva. Ser un hombre de verdad, una mujer de verdad, ser gay o hetero... estos términos son insignificantes, no son más que la extensión de la necesidad de una sociedad no multifuncional para encasillar a la gente y, quizás a nivel un poco más paranoico, mantener cierta división social. En fin, ¡que vivan los genitales, digo yo! soy espectrógeno y me siento orgulloso. Going, going, gonzo... -------------------------------------------------------------------------

Sin embargo, el género es más que la biología. Las relaciones humanas ya no están gobernadas exclusivamente por la necesidad de reproducirse y perpetuar la especie. Por ende, actualmente las razones para intimar con otra persona tienen que ver completamente con nuestros deseos, nuestra concepción personal de la estética y, en el mejor de los casos, la apreciación mutua y no lo que parece ser sencillamente práctico. Los conceptos como los derechos individuales y la igualdad han tenido un impacto cultural enorme: además de las funciones biológicas (entiéndase fertilizar huevos y dar a luz), los hombres y las mujeres son iguales, tan capaces unos como otros. Nuestros intereses, no nuestros genitales, definen lo que somos y en lo que decidimos triunfar. Os lo digo yo: un par de huevos embuchados en un escroto arrugado no son garantía de tener conocimientos de mecánica. El género biológico tampoco tiene que ver con la orientación sexual de hecho, nunca lo tuvo, pero no nos sorprende ver lo que unos pocos siglos de castigo cerebral con una moral híper-religiosa pueden hacer. La evolución de la sociedad, junto con la concepción de que ahora nos juntamos por amor y no por lógica nos ha permitido que esta verdad resurja. Por supuesto, seguimos clasificando; es más, las palabras “heterosexual” y “homosexual” limitan tanto como las palabras “masculino” y “femenino” en el sentido puramente conceptual.

Here’s a word you won’t have heard before: ‘spectrogenous’. The reason you won’t have heard it before is because I only recently came up with it. Now I want to introduce it into the language. That’s all very well, you might be thinking, but what the hell does it mean? An intelligent question; and one that does you much credit my knowledge-hungry friends.

spectrogenous,

simply put, is a new gender term, encompassing and unifying the so-far separate physical, mental and emotional characteristics assigned (some might say arbitrarily) to what we have commonly been brought up to believe signify the ‘male’ and ‘female’ gender-types. The way I see it, what currently constitutes the accepted definition of male and female has much less to do with natural traits than it does with the cultural imposition of individual roles and functions in society. In today’s modern, western world, where these roles and functions have anyway mutated well beyond the limited parameters of such narrow gender-typing, the words ‘male’ and ‘female’ should, at best, be no more than biological descriptions; to be male meaning having testicles and a penis; to be female meaning having ovaries and a vagina.


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