por Alberto Varela
MIENTO, LUEGO EXISTO Una vez oí que “Pensamiento”, significa: “miento” a través del “pensar”. En este sen�do se puede ir un poco más lejos que Descartes, y en honor a la verdad preguntarnos: ¿“Pienso, luego existo” o “Miento, luego existo”? Quiero destacar el enorme valor que �ene la men�ra. He comprobado que mis hijos, como casi todos los niños, han aprendido a men�r antes que a hablar. El llanto es una estratagema creada por el bebé para conseguir algo, la mayoría de veces no es un llanto que tenga fundamento en el dolor, sino que u�liza el efecto del llanto para llamar la atención. Una men�ra en toda regla. Somos una humanidad tan infan�l como men�rosa. Tan inmadura como miedosa a la verdad.
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Benditas Mentiras
L
as personas mentimos para sobrevivir y sostener una estabilidad aparente, además dejamos que nos mientan para estar en paz con quienes nos aportan beneficios. Dentro de este sistema, no creer una mentira podría crear algún desequilibrio o conflicto. Unos a otros nos mentimos y nos creemos mutuamente las mentiras para continuar engañados. Vivimos en una sociedad fundamentalmente mentirosa.
En un viaje en autobús desde Asunción del Paraguay a Ciudad del Este, cuando compramos los billetes en el autobús nos dijeron que “tenía aire acondicionado” y que “iba directo” al destino. Hacía mucho calor, estábamos cansados; cuando subimos vimos todas las ventanas abiertas, mi hija Ailén, de carácter firme, y que estaba muy acalorada, llamó al conductor y le dijo: “¡Nos aseguraron que tenía aire acondicionado!”, y él le dijo: “Sí tiene, pero no funciona”. Fue un momento mágico, mi hija se brotó, y yo no paraba de reír. Luego comprobamos que el autobús paraba cada unos cuantos kilómetros a subir o bajar gente y le dijimos: “Nos aseguraron que este autobús iba directo, pero se detiene a cada rato”. El conductor nos dijo: “Sí, vamos por el camino más directo, pero no dijimos que no pararíamos” Todo depende de la interpretación que hagamos a aquello que se nos dice. En este sentido toda interpretación crea una mentira. Este texto puede crear mentira en sí mismo ya que puedo haber percibido erróneamente lo que me rodea, o quizá los lectores lo interpreten o deformen a su manera. En cualquier caso es correcto y saquemos jugo al juego de mentir siendo conscientes que todo lo que expresamos es susceptible de ser interpretado y por tanto convertirse en una mentira más o menos peligrosa. Usamos la interpretación para deformar, acomodar, modificar, culpar, juzgar y sobre todo engañarnos a nosotros mismos. El autoengaño es la creación del artificio más efectivo para autosatisfacernos. Si la vida no nos gusta como es, entonces tenemos que cambiarla en el ilusorio mental, es la manera más fácil, rápida y barata de cambiar la realidad. Pero debemos saber que toda realidad creada por la interpretación no es real; el ser humano navega entre la realidad psíquica y la realidad real; para el sistema social y cultural, cuando uno más se instala y acomoda en la realidad inventada por la mente, más estable está y más útil será al sistema y a los otros. Es vivir la vida desde el autoengaño, pero es placentera también y evade confrontaciones. La realidad virtual es tan real que parece auténtica: Sexo virtual, juegos virtuales, educación virtual, y también hay amor o espiritualidad virtual. Todas realidades imaginarias que sustituyen una gran ausencia. Estas realidades sustitutivas crean una vida poco profunda y sin mucho sentido, pero permite continuar de alguna manera sin suicidarnos o adecuados a una vida horrible sin hacer nada, mirando para otro lado. Los suicidas son personas sensibles e incapaces de mentirse, por eso no soportan la realidad y se marchan.
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