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UN PROBLEMA DE PESO Un oscuro acontecimiento salió a flote desde el interior del Code y es que el 7 de marzo de 2008 se anunció la muerte de la judoka, de 14 años de edad, Fernanda Ramírez, en un caso que hablaba de descuidos médicos y sobre todo por problemas en la alimentación. Y a pesar de que el caso debería de ser una llamada de atención para que se mejorara en esas situaciones, es un hecho que hoy en día los controles de peso son sumamente estrictos, al grado de que provocan trastornos físicos a algunos deportistas, pues no resisten el subir y bajar en corto tiempo. “Ellos argumentaban que era porque la habían sobre entrenado, que la habían hecho bajar, que estaba bien lo del Code, pero estuvo medio raro porque decían que la familia nada más andaba con intereses de dinero, pero lo cierto fue que se enfermó y la hicieron bajar mucho de peso”, aseguró una ex atleta del Code, que prefirió guardar el anonimato y relatar lo que sucede aún hoy. Y es que este caso volcó los reflectores sobre ellos, los atletas comenzaron a ser cuestionados sobre lo que realmente pasaba y fue cuando muchos hicieron conciencia de que los métodos no eran los adecuados. “Mucha gente empezó a preguntarnos cómo nos entrenaban, nos ponían a bajar de peso, nos encerraban en carros con sudaderas para bajar. Al final de cuentas tú tomas la decisión pero si nos prohibieron en esos deportes bajar mucho de peso. A veces nos ponen un peso y estás con la amenaza de que ese es tu peso que debes dar, sino pues pierdes. Es esa presión de que sabes que debes de hacerlo y te lo acomodan de una manera que no te quede de otra más que hacerlo”, explicaron. “Se supone que por salud no debes bajar tanto de peso. Pero a veces te ponen como 10 kilos en dos semanas y otras hasta 12, te dan dietas y cosas así, pero por más que hagas ya no bajas, el cuerpo no da para más”. Esto las orillaba a dejar de comer y hasta de tomar agua, pues sabían que de no hacerlo quedaban fuera de la selección y esa presión se expandía que al estar dentro de la escuela del Code y de no competir a un nivel óptimo, podían perder sus estudios y el albergue que les da. “Es una presión psicológica y física por hacer las cosas. Por ejemplo si tenías un problema de estos, ahí mismo te quitaban la alimentación que tienes en el comedor, era como un castigo, se me hace que es algo muy extremo y te desesperabas por conseguir comida por otras partes; en sí, el Code no tiene por qué prohibírtelo y como tú no sabes, te dejas manipular”.
El lado oscuro del deporte