Nos apasiona el diseño Una maquetación cuidada y una portada original son puertas que invitan a entrar en los libros. Si los elementos gráficos son importantes en cualquier tipo de edición, lo son mucho más en el caso de la literatura dirigida al público infantil y juvenil. ¡Pasen y vean!
El valor de la experiencia Rasgo Audaz es una coperativa joven, de poco más de un año de vida. Nuestras paredes están aún llenas de cuadros por pintar. Sin embargo, las apariencias -a veces- son engañosas. Entre todos los miembros de este equipo, que ante vosotros se presenta, acumulamos más de tres cuartos de siglo de experiencia en los campos de las artes gráficas, el diseño, la maquetación y el periodismo. Cada uno de nosotros aporta sus habilidades particulares para darle ese toque especial, que tanto nos gusta, a todos nuestros proyectos. Tenemos entre manos trabajos en proceso, que aún no podemos exhibir, pero vamos a enseñaros una muestra de nuestras obras, que hablará por nosotros.
Una vida en la redacción Periódicos de la talla del diario El Mundo han confiado durante muchos años en nuestro trabajo. Así, hemos desarrollado una vasta experiencia tanto en maquetación como en redacción de todo tipo de publicaciones.
D I A R I O D E VA L L A D O L I D , M I É R C O L E S 1 6 D E M AY O D E 2 0 0 7 D I A R I O D E VA L L A D O L I D , M A R T E S 2 9 D E J U L I O D E 2 0 0 3
C U LT U R A
Pulso con Cela en el panorama literario internacional
Edición de ‘El hereje’ en Albania.
‘Cinco horas con Mario’ en checo.
‘Los santos inocentes’ editado en Israel.
‘La hoja roja’ en versión japonesa.
La literatura de Delibes da la vuelta al mundo en 21 idiomas C. MONJE
VALLADOLID.– Un rastreo riguroso de la obra de Miguel Delibes en todo el mundo exige paradas en 23 países, además de España. Casi 90 obras del autor vallisoletano han sido objeto de distintas traducciones a un total de 21 idiomas, lo que le convierte en el autor español vivo más traducido. Personajes como Daniel ‘el Mochuelo’, Menchu, Cipriano Salcedo o el Nani han dejado su lengua castellana de origen para hablar en otras muchas. Albania, Alemania, Suiza, Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Eslovenia, Francia, Holanda, Inglaterra, Estados Unidos, Israel, Italia, Japón, Polonia, Portugal, Brasil, Rumanía, Rusia, Suecia, Turquía, Irán y Yugoslavia cuentan con versiones de alguno de los títulos narrativos de Miguel Delibes. El camino en primer lugar y El hereje a poca distancia son sus obras más solicitadas por las editoriales extranjeras. El segundo de esos títulos y última novela del escritor ha sido el de traslación más inmediata desde su publicación en español, según se desprende de los trabajos realizados por Ramón García Domínguez para saber «cómo ha recibido el mundo a Delibes». La primera parte de ese estudio aparece ya reflejada en el catálogo Miguel Delibes. Mi mundo y el mundo, editado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua con motivo de la exposición y congreso en torno al escritor celebrados en Madrid el pasado mes de abril. Ramón García prepara en la actualidad, además de la biografía del autor de Los santos inocentes, otra edición para completar el ‘mapa’ literario del escritor. Entre las traducciones aún no recogidas en este repertorio figura la que ha llevado al persa Aamat Taheri de Señora de rojo sobre fondo gris. Este escritor iraní destacó en el citado congreso cómo los lectores de su país han conectado con el personaje femenino de esta obra, inspirado en la mujer del literato. Las profundas raíces en la tierra castellana características de la ma-
Camilo José Cela y Miguel Delibes siempre mantuvieron sin quererlo una pugna en los índices de lectura en España y fuera de ella. El vallisoletano es hoy por hoy el autor español que podría presumir de ser el más traducido, aunque el gallego parece que aún le supera en presencia en otros idiomas, según reveló a El Cultural recientemente el editor de Destino, Joaquín Palau. Sergio Vila–Sanjuán en su reciente obra Pasando página otorga a Delibes la primera posición en cuanto a los escritores españoles más leídos en su idioma, por delante de Cela. Se refiere este autor a ambos como amigos y rivales y termina por otorgar la ‘victoria’ al castellano: «Pero si a Cela, en los 80, no le van nada mal las cosas, aún mejor aún mejor parecen presentarse para su viejo amigo y rival, el vallisoletano Miguel Delibes, el gran autor del campo castellano y de la vida en provincia. Delibes es un auténtico fenómeno comercial». El éxito de los libros de Delibes lo resume Vila–Sanjuán con un dato elocuente y curioso: «A fecha de junio de 2002, la mitad de los diez títulos más vendidos de la historia de Destino son suyos».
La biografía estará lista a finales de año
Miguel Delibes con ejemplares de ‘El hereje’, su obra más traducida junto a ‘El camino’. / M. CACHO–EFE yor parte de la producción del vallisoletano no ha impedido que el interés por su prosa haya traspasado numerosas fronteras. En la actualidad, también la adaptación de ‘Cinco horas con Mario’ es objeto de una puesta en escena en Bélgica.
Antes y después del 75 García distingue dos etapas en las traducciones de sus narraciones: antes y después de 1975. Como todo lo que procedía de España, explica, «sonaba a franquismo» en una determinada etapa, por lo que hubo que esperar a la caída del régimen para que la producción del vallisoletano despertase un interés mayor en el resto de Europa. A ello han contribuido un buen número de hispanis-
tas interesados en el universo del narrador, ya que éste no ha contado nunca con agente literario. Precisamente a los estudiosos extranjeros de la narrativa de Delibes y los responsables de las traducciones les está reservada una parte del libro–catálogo, que recoge las conferencias impartidas en el congreso. La tardía incorporación del escritor a los mercados de sus respectivos países como consecuencia del ‘olvido’ por la cultura española provocado por el franquismo es una de las cuestiones señaladas por varios de ellos. Dominique Blanc repasa la presencia de la narrativa delibeana en Francia, Hans–Jörg Neuschäfer en Alemania, Giuseppe Bellini en Italia, Josef Frobelsky en los países del Es-
te, Agnes Moncy en Estados Unidos y Christine Defoin en Bélgica. Ramón García se ha topado con curiosidades al estudiar la obra de Delibes en otras lenguas. Entre ellas señala las curiosas ilustraciones «casi siempre muy dramáticas» que acompañan a las ediciones rusas y que habitualmente agrupan dos novelas en un mismo volumen. Tampoco le pasó desapercibida una versión alemana de Cinco horas con Mario que arranca con una ilustración de los dos protagonistas –Menchu y Mario– caracterizados como conejos. El libro-catálogo cuenta con un segundo bloque de textos destinados a analizar sus libros de viajes o, lo que es lo mismo, «cómo ha visto Delibes el mundo».
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EDICION / 90 obras publicadas en 23 países convierten al vallisoletano en el autor español vivo más traducido / Una versión teatral de ‘Cinco horas con Mario’ se representa en la actualidad en Bélgica
Además de continuar adelante en su producción literaria destinada al público infantil, Ramón García ultima la biografía sobre Miguel Delibes. La obra será publicada en la editorial de siempre del protagonista, Destino, y podría estar en la calle la próxima navidad. Tras muchos años de amistad con el autor de El hereje, el escritor de origen navarro afincado en Valladolid confiesa haber descubierto detalles y ahondado en otros de la vida de su biografiado. La obra resultante ofrecerá datos que nunca se han contado. Uno de los aspectos que intentará esclarecer es la presencia de elementos autobiográficos en su extensa obra. García destaca una parte especialmente «emotiva» en la que el autor habla de su madre. No es la primera ocasión en que Ramón García se centra en una obra en la vida de Miguel Delibes. Lo hizo en Un hombre, un paisaje, una pasión (1981) dirigida a estudiantes. Determinados aspectos también han sido analizados en otros textos y en el editado con motivo del congreso y la exposición realiza la recopilación más exhaustiva sobre toda la producción y ediciones de Delibes también en español.
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JOSÉ MARÍA MERINO / Escritor Regresa a su territorio situado entre el ensueño y la realidad, por el que se mueve su última novela, ‘El lugar sin culpa’, editada por Alfaguara y merecedora del Premio Torrente Ballester 2006. En ella, dice, ha querido «jugar a lo de siempre, pero de otra manera, porque es una novela muy unitaria» C. MONJE
VALLADOLID.– Una mujer refugiada en una isla para escapar de una relación imposible con su madre y con su hija ocupa el centro de El lugar sin culpa. El jurado del Torrente Ballester destacó en la obra «su perfecta integración de realidad y ficción», la seña de identidad literaria a la que Merino siempre vuelve. Regresa también al ‘oficio’ de contar de viva voz a través de esa tradición recuperada junto a Luis Mateo Díez y Juan Pedro Aparicio, plasmada en el libro Palabras en la nieve (Rey Lear) y en las celebraciones del filandón que les ha llevado a Cartagena de Indias o a la Feria del Libro de Valladolid. Ayer hizo otra parada en la ciudad castellana, con su nueva obra bajo el brazo. P.—El lugar sin culpa es en principio una novela realista, pero al final se cuela como en casi toda su obra esa frontera difusa entre el sueño y la realidad. R.—En toda ella he querido jugar a eso: a que sea una novela reconocible desde el punto de vista de problemas que existen ahora y en ese sentido tenga una perspectiva realista, pero que al mismo tiempo sea legendaria –a los personajes les pongo nombres un poco misteriosos–, que sea una novela sobre el delirio. He querido jugar a lo de siempre pero de otra manera, porque es una novela muy unitaria. Normalmente mis novelas son muy fragmentarias, me gusta mucho la alternancia de voces. Aquí me ceñí a la perspectiva de un personaje central, que es la doctora, y a partir de ella he ido directamente al drama. Pero sí he jugado con la realidad y el sueño, que son mis temas tradicionales. P.—¿Por qué tiene tanta importancia en su literatura ese estado entre la vigilia y el sueño? R.—Primero, porque creo que vivimos en una sociedad que olvida los sueños, que piensa que las cosas son evidentes y todas de una pieza. Y segundo, porque yo creo que la literatura es el espacio ideal para hablar de esas cosas, que no hay nada que pueda tratar mejor esa realidad que gravita. P.—Puede resultar paradójico por esa defensa suya de lo fantástico que la lectura final de El lugar sin culpa venga a decir que es imposible escapar a la realidad, que la huida no sirve. R.— Me gusta lo fantástico, pero eso no quiere decir que si uno tiene problemas no tenga que resolverlos; no puede escapar de ellos, en el mundo real y en el mundo fantástico. La única manera de afrontar los problemas es intentar solucionarlos, a lo mejor no lo conseguimos y quedamos derrotados, pero lo peor que puede hacer uno
«Vivimos en una sociedad que olvida los sueños»
«La literatura nos permite conocer los aspectos trágicos de la vida sin sufrirlos» es creer que para solucionar un problema hay que huir de él. P.—¿Por eso fracasa el intento de la protagonista de vivir en un cuento para que las cosas «no duelan»? R.— La literatura sí sirve para que vivamos cosas de la realidad sin dolor. La literatura nos permite conocer lo que ha sido la experiencia humana, el sufrimiento, el desamor, los aspectos trágicos de la vida sin sufrirlos. Pero la experiencia es otra cosa, la literatura es un camino de conocimiento diferente de todos los demás. Efectivamente, en la literatura vivimos en un cuento lo que es la realidad. Pero la realidad de cada uno ya no es la literatura, aunque la literatura nos ayuda a entender la vida. P.—¿Sí tiene que haber un ingrediente de consuelo en la literatura? R.—Yo creo que sí, que la literatura es la gran consolación, porque es la gran enseñanza de las costumbres, de lo que hemos sido, de lo que somos los seres humanos y, en cierto modo nos da una perspectiva de sabiduría y de
asunción de las cosas. P.—La novela lleva un subtítulo, ‘Los espacios naturales’ que responde a su intención de hacer una serie de obras. R.— Bueno... ¡ojalá! Yo siempre he tenido la idea de una isla como un lugar para una novela y ésta me dio mucha lata, porque era un texto que no sabía lo que era. Fue un texto breve que se empezó a convertir en otra cosa y al final resultó los que es. Y mientras estaba pensando en una isla como un espacio paradisíaco, casi simbólico, de belleza natural, pensé que podría haber otros dos espacios. En uno ya estoy trabajando, que es una montaña, y el tercero sería fluvial o lacustre: un lago, que también es un elemento simbólico. Cuando terminé esta novela empecé a tomar notas para la de la montaña. Por lo menos, dos ‘espacios naturales’ va a haber... el tercero no lo sé. P.—¿La montaña será la de León? R.—Sí, estará en un espacio de León. El espacio lacustre me gustaría que fuese la laguna de Taravilla, por donde está en el nacimiento del Tajo. Pero aún estoy tomando notas para la primera, para a ver adónde llego. Antes, tengo un libro de cuentos bastante cuajado, que es lo que he escrito después de la novela. P.— La isla es una isla real, localizada?
tural en apariencia, tendrá que trabajar mucho los personajes para darles la hondura que siempre se le ha reconocido. R.—Por supuesto. Hay que darles muchas vueltas. Escribir es un trabajo material con elementos físicos, que son las palabras. En este caso, primero pensé en la doctora, me interesaba su relación con la isla. Después me enteré de que en el viejo simbolismo la mujer es la vida y la isla, la muerte... es sorprendente. Pensé en el personaje de la mujer en la isla, después en el resto, que tenía que actuar de comparsa. P.— El en prólogo a la edición en DVD de El filandón, de Chema Sarmiento, dice usted que en el rodaje de la película se dio cuenta de lo difícil que es llevar un cuento a la narración oral. R.— Sí, sí. Fue la gran lección. A mí me enseñó muchísimo aquella velada: el tener un cuento escrito y transformarlo sobre la marcha en una narración oral. Creo que lo que todo lo que sé de literatura y narración oral lo aprendí aquella noche, en ese esfuerzo sintético de convertir una narración escrita en una historia oral. P.—¿Los filandones que realizan ahora responden a aquel mismo espíritu? R.— Nosotros lo que MONTSE ÁLVAREZ hacemos es charlar. Como tenemos una gran complicidad y una antigua complicidad, «El microrrelato es una charlamos. Y al hilo de la charla vamos leyendo microrrelatos. Queda apuesta, es todavía más una cosa entre formal y espontáflexible que el relato y nea que puede tener cierta gracia. P.—Hace poco recopilaba su permite jugar más» poesía (Cumpleaños lejos de casa). ¿Como ve esa producción suya pasado el tiempo? R.—Más o menos puede ser una R.—Me gusta mucho leer poesía, isla de Baleares, podría ser Cabrepero para mí la poesía tuvo un cara o Formentera. Es una isla barácter instrumental, aprendí a eslear, eso sin duda. cribir escribiendo poesía. Pero yo P.—¿El espacio puede entonces era un escritor de narrativa, mi generar la historia? poemas son casi cuentos. No era R.—Yo a los espacios les he daun poeta en sentido estricto, un do siempre muchísima importanpoeta lírico, no me siento capaz de cia, en eso me considero de la heescribir poesía. rencia romántica: la casa, el paisaP.—Y pese a sus muchas novelas je, la ruina, la cueva... estaban car¿entiende que se le conozca fundagados de significación narrativa. mentalmente como autor de cuenLos espacios siempre me han sugetos? rido cosas, un barrio de Madrid me R.—Me parece estupendo, porha sugerido cuentos, mis recuerdos que es un género que me encanta. leoneses también. Estoy muy relaSiempre digo que el cuento es la cionado con los espacios, es algo sal de la literatura. que no lo he racionalizado. P.— ¿Y el microrrelato, que tamP.—¿Y los personajes pueden bién ha cultivado? surgir después? R.—Es una apuesta. Tiene que R.—Sí. Yo muchas veces estoy ser algo muy breve, intenso, sin observando un lugar y casi veo a perder la narratividad. Tengo un un personaje en ese lugar. Cuando microrrelato que es en realidad hablo en un taller de literatura una receta de cocina, Calamares siempre digo que el escenario físien su tinta, lo que permite es el exco es casi tan importante como el perimento, como ocurre con el escenario moral. En este caso he cuento respecto a la novela. El miquerido que la isla sea un personacrorrelato es todavía más flexible y je. dúctil que el relato, te permite juP.—Pero tras esa ‘aparición’ nagar mucho más.
Versatilidad Tenemos un extenso catálogo de guías muy diversas. Desde la cultura al turismo, pasando por el ocio. También es plato de nuestro gusto la maquetación de Cds y Dvds.
Sin prisa pero sin pausa Acostumbrados a las urgencias de la prensa diaria, nos gusta recrearnos en las revistas. La maquetaci贸n y la redacci贸n cuidadas al m谩ximo son nuestro aval.
¡Arriba el telón! La fuerza expresiva del teatro nos viene como anillo al dedo. Colaboramos, en sus cartas de presentación, con compañías de títeres. De guante, de varilla, de sombra… Nos encantan, como otras muchas disciplinas artísticas.
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