un entorno nuevo y sin la experiencia necesaria, puede llegar a hacernos desarrollar enfermedades, que sin duda, empeorarán la situación familiar.
Salir al cine, quedar con amistades, salir a pasear, son actividades que no deben de desparecer por completo de la vida de los cuidadores, de lo contrario se generará en éstos un estrés que sin duda va a afectar de forma intensa sus vidas y en consecuencia la calidad de los cuidados al paciente.
Hay que huir de forma drástica de los sentimientos de culpabilidad, tratar de normalizar en la medida que nos sea posible la nueva situación de la familia, intentar intensificar las sensaciones positivas y los sentimientos agradables bloqueando el paso a lo que no lo sean. Es muy importante propiciar momentos de encuentro entre todos los cuidadores, pareja, hijos y con el cuidador profesional, reconocer los puntos débiles de cada uno y entre todos afianzar esa debilidad.
De igual manera, el apoyo y las experiencias de familiares de otros pacientes con la misma patología, son de relevante importancia.
Hacer participar al enfermo de todos los momentos que a los demás nos son placenteros es de máxima importancia, aun cuando el paciente no sea consciente, o nosotros pensemos que no lo es.
En esos momentos nosotros SÍ somos conscientes del momento que estamos viviendo y la satisfacción que nos proporciona va a revertir sobre nuestro estado de ánimo, nuestra energías y por qué no sobre el paciente. Si eres cuidador, no olvides cuidarte.
Angel Hidalgo Director Asistencia Familiar 24 “Hablar por experiencia propia te da tanta seguridad en lo que dices que pones toda tu energía para que se tenga en cuenta. No solo es consejo profesional. En la familia lo hemos vivido.”
Telf.: 914297240 y 600420606.
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