Ensenada

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INFORMACIÓN GENERAL

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SÁBADO 15 de mayo de 2010

El cambio de cabecera política JORGE MARTÍNEZ ZEPEDA /COLABORACIÓN

Ensenada, B.C.

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on el agotamiento de los minerales en Real del Castillo, después de una década de explotación, se buscaron nuevas alternativas para la cabecera política del Partido Norte de la Baja California, entonces se recordaron las propuestas de Andrés L. Tapia, aquel jefe político de la Baja California que en 1878 visitó en el vapor de guerra México la Ensenada de Todos Santos, y las de José María Rangel quien vino a La Frontera en 1879 acompañado de 300 soldados en persecución del general Manuel Márquez de León, quien cruzó el Río Colorado rumbo a Sonora. Mientras que Rangel permaneció en Real del Castillo dos largos meses. José María Pérez Hernández en su Compendio de la Geografía del Territorio de la Baja California publicado en 1872 decía que la población era de 21 mil 645 habitantes, correspondiendo 5 mil 500 a la Municipalidad de Santo Tomás. Ya para 1881 según el censo de José María Rangel, la población de toda la península era de 30 mil habitantes, incluyendo 4 mil indígenas “existentes en el Partido Norte, en estado semi-salvaje”, mientras que La Paz tenía una población de tan solo 4 mil 160 habitantes. En total había mil 330 niños atendidos en 18 escuelas nacionales, correspondiendo dos “de tercera clase” a Real del Castillo. Hay que mencionar que recientemente localicé en el Archivo Histórico de Baja California Sur el expediente que incluye no sólo el informe del coronel Andrés L. Tapia, sino también su propuesta para que la Ensenada se llamara “Puerto México”, acompañado de un espléndido mapa dibujado por Alejandro Savin en 1878. Por estas razones ahora reconozco la importancia de Tapia como promotor del desarrollo de este puerto. Otro de los artífices del cambio de cabecera fue José María Rangel, quien en su informe del 14 de agosto de 1881 mencionó la apertura de la Aduana de la Ensenada de Todos Santos para el comercio de altura, diciendo además que “La población de Ensenada del mismo punto de Todos Santos, a cuyo punto concurren los hombres de negocios, los agricultores y otros, ya para la exportación de los productos del país, y ya para el cambio de otros artículos, hace indispensable que el Newbern toque el puerto”. Además sugería que se estableciera “un batallón de alta fuerza con su dotación completa” y “que la capital del territorio se traslade aunque sea temporalmente a La Frontera”. En 1881 se nombró como nuevo subprefecto político a Ignacio Alas en tanto que el gobierno federal decretaba la clausura de la Aduana de Tijuana y que la bahía de Todos Santos se convertía en puerto de altura, con la finalidad que las mercancías que procedían de California pagaran sus impuestos en la Aduana de Ensenada. Ignacio Alas enfrentó en el Real una situación política adversa, lo que lo obligo a renunciar quedando la estafeta en manos de Juan Bautista Verde con tan mala suerte que fue rechazado por los realeños que nombraron a Jorge Ryerson, que de ser presidente del Ayuntamiento del Real se convirtió en subjefe político. Poco le duró el gusto, ya que José María Rangel lo sustituyó por Zeferino Castañeda. Castañeda enfermó como consecuencia de una fractura por lo que pidió licencia a partir del 10 de abril de 1882 quedando interinamente en su lugar el coronel Antonio Jáuregui. El 15 de mayo Ryerson recibió la noticia de que el propio “Presidente” ratificó a Jáuregui “en atención a las circunstancias”. A Jáuregui le correspondió hacer el traslado de la cabecera política del Real del Castillo a la Ensenada de Todos Santos, algunos realeños se opusieron, como el mismo Jorge Ryerson, quién decía que “En la Ensenada de Todos Santos no había más casa que la de la aduana y otras tres demasiado insignificantes, domicilio de otras tantas familias”. No sólo fue esa manifestación sino que los habitantes de Tecate, San Telmo y El Rosario firmaron documentos apoyando a Ryerson, lo que enardeció el ambiente político de la frontera. Pero la orden estaba dada y ahora habría que cumplirla, así el 28 de julio de 1882 “George Ryerson” entregó la subjefatura al coronel Antonio Jáuregui “nombrado subprefecto político de este partido, por el Presidente de la República” [general Manuel González]. Lo cierto es que para el 28 de agosto de 1882 Antonio Jáuregui ya firmaba documentos en la Ensenada de Todos Santos, y el primer problema que enfrentó fue convocar a elecciones, mismas que se efectuaron el 16 de septiembre en la Aduana Marítima con la presencia del subprefecto político, el presidente del Ayuntamiento George Ryerson y los regidores José Machado y Francisco Crosthwaite, acompañados por su secretario Epigmenio Ibarra. Resultó electo Santa María Álvarez como primer presidente del Ayuntamiento de la Ensenada de Todos Santos; Simón Acosta como segundo regidor; Jordán Félix como tercero; Gregorio Villarino como cuarto; Jesús Rivera como quinto; Manuel Contreras como sexto y Manuel G. Martínez para Síndico Procurador.

Continúa en la edición del domingo.

El Cronista de la Ciudad expone una breve síntesis histórica HEBERTO J. PETERSON LEGRAND/EL VIGÍA Ensenada, B.C.

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l primero en arribar a Ensenada fue el capitán Juan Rodríguez Cabrillo, el 17 de septiembre de 1542 y le puso por nombre “San Mateo”. Una segunda expedición, al mando del capitán Sebastián Vizcaíno llegó el 1 de noviembre de 1602 y le nombró “Ensenada de Todos Santos”. Pasan los años y en 1769, se encuentra una referencia documental de Ensenada con el paso de fray Junípero Serra, cuya labor de evangelización fue en la entonces denominada alta California. En 1804 el alférez de caballería, José Manuel Ruiz, solicitó al entonces gobernador don Joaquín de Arrillaga el predio de Ensenada de Todos Santos, y en 1805 se le entregó ya siendo teniente. En 1824, el teniente José Manuel Ruiz Carrillo traspasó su propiedad a su yerno, el sargento Francisco Gastélum, casado con su hija Salvadora Ruiz Trasviña. El 30 de noviembre de 1853, el filibustero William Walker invadió Ensenada instalando su cuartel general llamado”Fort Mc. Kibbin” en la casa de los Gastélum. Antonio Melendrez, héroe bajacaliforniano, logró a través de una “guerra de guerrillas”, sacarlo del territorio mexicano, evitando con ello que nuestra patria perdiera parte muy importante de su territorio. Este esforzado mexicano merece el máximo reconocimiento de las autoridades y de la sociedad. Por órdenes superiores, el día 15 de mayo de 1882, el general José María Rangel, jefe político y comandante militar del territorio, traspasó la tropa y las oficinas del poblado de Real del Castillo a Ensenada de Todos Santos. El año de 1884 y con autorización del gobierno mexicano, en Hartford, capital del estado norteamericano de Connecticut, se constituyó “The International Company of México”, con la aportación de 500 mil dólares, aportados por los hermanos Welles, Hemersley, Elmer y Crosby. Esta compañía fue promovida por Luis Huller y Jorge Sisson. La compañía se ubicó en Ensenada y tuvo oficinas en México, Nueva York y San Diego. Hicieron proyectos para Ensenada, San Carlos y Punta Banda, que en conjunto integraban la colonia “Carlos Pacheco”. En San Quintín proyectaron la colonia “Romero Rubio”. La concesión abarcó hasta el paralelo 28. El 1 de enero de 1888, el Partido de la Frontera se transformó en el Distrito Norte de Baja California, dejó de depender de La Paz y se nombró gobernador al general Luis E. Torres.

Así fue alguna vez la avenida Ruiz.

Alumnos de la escuela Justo Sierra en 1950.

Panorámica de Ensenada en la década de los años 40. Fotos:Archivo Histórico de Ensenada.

Foto antigua del paseo Hidalgo.

Ensenada en 1955; entre las avenidas Ruiz y Obregón y entre las calles 14 y 15.

Construcción del puente de la avenida Juárez en 1947.

Construcción del Riviera del Pacífico.

En 1889, la Compañía Internacional, como se le llamaba, vendió sus intereses a la “Mexican Colonization Company”, conocida como la “Compañía Inglesa”. Tras el censo de 1895 se determinó en Ensenada una población de mil 500 habitantes; 500 mineros en El Alamo y 150 más en las minas de Calmalli. San Quintín tenía unos 200 habitantes. En 1911, nuevamente Baja California es atacada por sorpresa por filibusteros venidos desde los Estados Unidos, pero la defensa heroica de los lugareños impidió que nuestra tierra fuera arrancada a nuestra patria. Es en el año de 1915 cuando el coronel Esteban Cantú, jefe político y militar de la entidad, ordenó el cambio de poderes a Mexicali, y así la ciudad más antigua y poblada del distrito dejó de ser la capital. Nuestra ciudad dejó de llamarse “Ensenada de Todos Santos” y le quedó el nombre de Ensenada. En sus orígenes llegaron aquí estadounidenses, ingleses, franceses, italianos, noruegos, judíos y alemanes, y con ello se dio un mestizaje racial y cultural. Hoy Ensenada cuenta con la Escuela de Ciencias Marinas, la más importante en Latinoamérica; con uno de los observatorios más importantes a nivel internacional, universidades de muy buen nivel académico y es la capital vitivinícola de México. También cuenta con centros de investigación científica de alto nivel y es la ciudad con mayor cantidad de científicos per capita en el país. Tiene extensos litorales ricos en fauna y flora marina y se ha caracterizado por el interés de su población en el campo de la cultura y las artes. Con 128 años, es Ensenada una ciudad que se proyecta hacia un futuro promisorio por sus recursos y su gente, siempre abierta hacia los demás.


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