El día que perdió sus manchas
Por: Andrea Arango
Ilustraciones: Ana “La rana” Builes
Vitilina El día que perdió sus manchas
En una granja, nació una vaquita herm osa y negra como la noche.
Era igual a su mamá y a su tía y a su abuela. Mejor dicho: igualita a todas las vacas de ese lugar.
Un día, a la vaquita le empezaron a aparecer unas manchas blancas en el cuerpo. Ella estaba asustada y triste porque se sentía diferente.
Además, sentía que, al no ser igual a todas las que conocía, la apartarían del rebaño.
El granjero, al ver las manchas de la vaca, decidió llamarla Vitilina. Todos los días iba a llevarle comida, le hablaba y la acariciaba con tern ura.
Los amigos de Vitilina se reían ya que en ese rebaño nadie tenía nombre. Todas las otras vacas solo llevaban una etiqueta con un número colgando de la oreja.
Una noche, mientras Vitilina descansaba en el potrero, vio una estrella fugaz y deseó que todas las manchas del mundo desaparecieran. Luego se durm ió.
De pronto sintió un alboroto. Los animales que vivían en el bosque cercano estaban asustados. Una grave enferm edad los estaba afectando a todos: la mariquita, por ejemplo, había perdido sus puntos y no era más que un
cucarrón rojo; el tigre había perdido sus rayas y parecía un gran gato pardo; el oso de anteojos había perdido sus blancos anteojos y estaba tan triste que no quería hablar.
Entonces Vitilina, emocionada, se miró en el arroyo y vio que no tenía manchas; era otra vez negra como la noche.
Pasado un rato, el Granjero llegó al potrero y aunque estaba al lado de Vitilina no la reconoció sin sus manchas.
El granjero se puso triste porque había perdido a su vaca más linda y especial.
Vitilina se sintió triste de no ser reconocida por su amigo y supo que eran sus manchas lo que la hacía especial. Entonces se oyó un ruido atronador, y Vitilina abrió los ojos: se encontró acostada en el potrero.
Corrió al arrollo y se miró. ¿Y qué vio?
¡Una vaca negra con manchas blancas!
Todo había sido un sueño. Respiró aliviada y entendió que no todos somos iguales y que son esas diferencias las que nos hacen especiales.
Escrito por: Andrea Arango @aaderm atologa
Ilustraciones: Ana “La rana” Builes
Vitilina, una pequeña vaca, descubre el valor de sus manchas y con esto nos ayuda a sensibilizar nos con los retos y preguntas que surgen en la población infantil tras la aparición del vitiligo, una condición cutánea que se manifiesta en el 2% de la población mundial. Conoce más sobre nuestro proyecto editorial IG @aaderm atologa Cel: 313 7624341 Correo:aarango@ces.edu.co