Ramiro Alfonso Gómez Arzapalo Dorantes
La distinción más radical puede establecerse entre piedad popular y religiosidad popular. Aunque en nuestro lenguaje los usamos con semejante significado, sin embargo, la religiosidad popular habla de una “pietas” universal religiosa (budista, islámica, etc.); mientras que piedad popular se distingue porque está informada por la revelación bíblico-cristiana.17
Finalmente, no podríamos dejar de lado en este sentido –y para cerrar con broche de oro- la distinción que Félix Báez-Jorge hace de religión popular y catolicismo popular ya en contexto mexicano y con énfasis en territorios indígenas, en: Debates en torno a lo sagrado. Religión popular y hegemonía clerical en el México indígena18 El autor parte de diferenciar los términos de Religión popular, y de Catolicismo popular. No los considera como sinónimos, aunque en las disertaciones en derredor del problema religioso popular, suele usárseles como tales sin distingo alguno. La radical diferencia que enfatiza Báez-Jorge, mucho más allá de una estéril discusión nominal, tiene que ver con la realidad social que subyace en el fenómeno religioso observado y las implicaciones que el uso de uno u otro término conlleva. Nuestro autor privilegia la Religión popular, pues desde su perspectiva la expresión de Catolicismo popular, implicaría una necesaria vinculación a la instancia católica oficial, que dejaría fuera la parte “original indígena”, esa donde se dan las “rarezas” contrastables 17
Aurelio García Macías, Armonización entre la liturgia y la piedad popular en Semana Santa, en: José Luis Alonso Ponga; David Álvarez Cineira; Pilar Panero García y Pablo Tirado Marro (Coordinadores), La semana santa: antropología y religión en Latinoamérica, t. II, Valladolid, Ayuntamiento de Valladolid, 2010, pp. 27-38. Pag. 28. 18 Cfr. Félix Báez-Jorge, Debates en torno a lo sagrado. Religión popular y hegemonía clerical en el México indígena, Universidad Veracruzana, Xalapa, 2011.
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