REVISTA VIDA ETERNA DICIEMBRE 2010

Page 14

Pág 14

Culiacán, Sinaloa, México, Diciembre de 2010.

Especialmente para ti

3

Hace tiempo que camino contigo y te acompaño donde quiera que vas, y no te das cuenta. Cuando tienes problemas los hago míos y te ayudo, pero a otros les das las gracias. Si estás triste, al verte así me entristezco y te consuelo, pero tú ni te fijas, ni notas la cantidad de lágrimas que recojo de tus mejillas. Cuando estás alegre, me alegro contigo y quisiera que supieras que estoy a tu lado para que tu alegría perdure. A veces dices: “no tengo un amigo”, y me duele saber que nunca me has buscado. Yo quiero ser tu amigo sincero y fiel compañero, ¿por qué si aún no me has buscado ni conocido, te expresas así? ¿Qué acaso nunca has tenido la oportunidad de conocerme? Pero muchos son los que hablan de mí, y los que me han conocido se alegran cada día al recordar ese momento. Me alegro de estar con ellos. En la esquina hablan de mí, en los templos hablan de mí. ¿Quisieras abrirme las puertas de tu corazón, encontrarte conmigo y aceptarme como TU AMIGO? con amor, Jesucristo

Esperanza

4

Cuando te sientas vacío, piensa que hay algo que Dios puso en ti, y ese algo es lo que tienes que descubrir. Cuando te sientas decepcionado, piensa que Dios algo te tiene reservado y debes luchar por merecerlo. Cuando todo te falte, piensa que por lo menos tienes un soplo de vida; no lo botes, respíralo, siéntelo, cobíjalo. Cuando te sientas incomprendido, eleva tu pensamiento hacia Dios y encontrarás la comprensión que buscas. Cuando te sientas solo, recuerda que existe alguien que te conoce y sabe lo que quieres, quién, si lo sabes escuchar podrá ayudarte; alguien con quien puedas dialogar sin temor ni recelo. Tienes el mejor apoyo que puedas desear, te tienes tú, sí tú, y como si fuera poco, existe Dios. Patrocinios de publicidad y suscripciones al Cel: 6671 024171 y (667) 754-0750 o bien E-mail: revistavidaeterna@gmail.com

Vida Eterna

Zapatos para estar con Jesús

1

2

Solo faltaban cinco días para la Navidad. Aún no me había atrapado el espíritu de estas fiestas. Los estacionamientos llenos, y dentro de las tiendas, el caos era mayor. No se podía ni caminar por los pasillos. ¿Por qué vine hoy?, me pregunté. Me dolían los pies lo mismo que mi cabeza. En mi lista estaban los nombres de personas que decían no querer nada, pero yo sabía que si no les compraba algo se resentirían. Llené rápidamente mi carrito con compras de último minuto y me dirigí a las colas de las cajas registradoras. Escogí la más corta, calculé que serían por lo menos 20 minutos de espera. Frente a mí había dos niños, uno de 10 años y su hermana de 5. Él iba mal vestido con un abrigo raído, zapatos deportivos muy grandes, probablemente 3 tallas más grande. Los jeans le quedaban cortos. Llevaba en sus sucias manos unos cuantos billetes arrugados. Su hermana iba vestida parecido a él, sólo que su pelo estaba enredado. Ella llevaba un par de zapatos de mujer dorados y resplandecientes. Los villancicos navideños resonaban por toda la tienda y yo podía escuchar a la niñita tararearlos. Al llegar a la caja registradora, la niña le dio los zapatos cuidadosamente a la cajera, como si se tratara de un tesoro. La cajera les entregó el recibo y dijo: son $6.09. El niño

puso sus arrugados billetes en el mostrador y empezó a rebuscarse los bolsillos. Finalmente contó $3.12. Bueno, creo que tendremos que devolverlos, volveremos otro día y los compraremos, añadió. Ante esto la niña dibujó un puchero en su rostro y dijo: “Pero a Jesús le hubieran encantado estos zapatos”. Volveremos a casa trabajaremos un poco más y regresaremos por ellos. No llores, vamos a volver. Sin tardar, yo le completé los tres dólares que faltaban a la cajera. Ellos habían estado esperando en la cola por largo tiempo y después de todo, era Navidad. Y en eso un par de bracitos me rodearon con un tierno abrazo y una voz me dijo, muchas gracias señor. Aproveché la oportunidad para preguntarle qué había querido decir cuando dijo que a Jesús le encantarían esos zapatos. Y la niña, con sus grandes ojos redondos, me respondió: “Mi mamá está enferma y yéndose al cielo. Mi papá nos dijo que se iría antes de Navidad para estar con Jesús. Mi maestra de catecismo dice que las calles del cielo son de oro reluciente tal como estos zapatos. ¿No se le verá a mi mamá hermosa caminando por esas calles con estos zapatos?” Mis ojos se inundaron al ver una lágrima bajar por su rostro radiante. Por supuesto que sí, le respondí. Y en silencio, le di gracias a Dios por usar a estos niños para recordarme el verdadero valor de las cosas. Texto enviado por Gilda Arana.

La Pasión de Cristo

EDUCACIÓN EN VALORES: CONVERSIÓN He conocido a una mujer, una intelectual, que se profesaba atea. Un día se le vino encima una de aquellas noticias, que siempre dejan medio muertos: su hija de dieciséis años tenía un tumor en los huesos. La operan. La muchacha vuelve de la sala de operaciones mortificada con tubos, sondas, débil por todas partes. Sufre terriblemente, gime y no quiere oír ninguna palabra de consuelo. La madre, sabiendo que la muchacha era piadosa y religiosa, pensando hacerle una complacencia, le dice: -¿Quieres que te lea alguna cosa del Evangelio? -Sí, mamá. - ¿Qué quieres?

2

-Léeme la pasión. Ella, que nunca había leído un Evangelio, corre a comprar uno; se sienta junto al lecho y comienza a leer. Después de poco tiempo, la hija se duerme; pero ella en la penumbra continúa leyendo en silencio hasta el final. “¡La hija se dormía, dirá más tarde ella misma, y la madre se despertaba!”. Se despertaba de su ateísmo. La lectura de la pasión de Cristo le había cambiado la vida para siempre.

1.- http://webcatolicodejavier.org 2.- Jorga Amando Vazquez Rodríguez Vol 14 Elogio al coraje

Raniero Cantalamessa.

CORAJE • Leo la Pasión de Cristo, modelo de entrega al hombre.

3 y 4.- www.motivaciones.org Fotos Internet

Dios de nuestros padres, Señor de misericordia, por tu Palabra hiciste todas las cosas, y por tu Sabiduría formaste al hombre para que domine a todas las criaturas por debajo de ti. Sabiduría 9:1-2


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.