Lunes 1 de Octubre de 2012 › QUEQUi
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sOCIEDAD
Tianguis, un modo de vida ›
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su CRECIMIENTO HA IDO A uNA GRAN VELOCIDAD.
Por Gustavo Garrido › Quequi
VOz
nunca falta el comerciante que pretende vender un artículo viejo a precio de nuevo. Hay que sacar el colmillo o terminarán exprimiéndole el bolsillo, asegura Ortega García.
Foto: Redacción › Quequi
os tianguis y bazares no son algo nuevo en la ciudad, al menos en Cancún, existen desde hace 18 años, empezando su peregrinar principalmente en las zonas ejidales, ya que anteriormente se carecía de las múltiples cadenas de autoservicio que hoy en día inundan no sólo ésta, sino la mayoría de las ciudades importantes del país. Melitón Ortega García, quien funge como presidente del Consejo Directivo de la Unión de Tianguistas y Comerciantes Ambulantes del Estado de Quintana Roo, relata que la agrupación que dirige, fue la primera en la ciudad y existe desde hace 18 años, por lo que han sido testigos, del crecimiento acelerado de la ciudad. Menciona que sus agremiados suman más de mil 800 tianguistas que se reparten en 40 plazas diferentes entre semana, literalmente
› Manejan artículos de baja calidad, por esta razón sus precios son muy accesibles.
de domingo a domingo, teniendo más presencia en las anteriormente llamadas franjas ejidales, y que tan solo ayer, estuvieron en el tianguis de la 100, que es el más reconocido y de más historia de Cancún, así como en la región 101, 76, 235, 225, 103 y Paraíso Maya. “Llegar a un lugar de estos y recorrerlo caminando, es una expe-
riencia que fácilmente tomará al menos dos horas hacerlo, ya que está lleno de espacios separados por lías y mantas, donde se ofrece mercancía de la más variada, que van desde productos básicos, comida enlatada, frutas y verduras, ropa, calzado, aparatos eléctricos, electrodomésticos, etc. Así también es posible encontrar hasta mini sa-
lones de belleza, peluquerías, venta de plantas de jardín”, afirma. “Eso sí, la mayoría de los artículos que venden, son usados o de baja calidad, por lo que el precio va acorde a lo ofertado, aunque nunca falta el comerciante que pretende vender un artículo viejo a precio de nuevo. Hay que sacar el colmillo o terminarán exprimiéndole el bolsillo”.