Córdoba Córdoba espera... Envuelta en su velo de tul intriga, planea maliciosa en silencio, con nocturna alevosía, la manera de perderte en su laberinto azul y amargo, sin viaje de retorno ¡Córdoba anhela! Estremece de deseo su carne gitana, morena, perfumada de azahar tras la estrecha celosía Arde sin tregua entre cojines dorados e incienso ¡Se incendia! Se enciende ante la sola idea de tenerte, lejos de todo para ella sola ¡Córdoba es niña! Miles de años de historia y aún no ha crecido Sigue corriendo descalza, con los pies sucios y alocada por las calles empedradas Pasea descarada Exhibe a pleno sol, los brazos “en jarra”, sus perlas rojas de sangre , su cintura de canela, 13