Por: Sofía Herrmann
para poder estudiarlo, y llegamos sobre la hora para el examen, creo que esa es la mayor complejidad que tenemos para estudiar.” Ahora, al recibir la beca de CILSA, estas dificultades no desaparecen, pero los gastos que una persona con discapacidad tiene a la hora de realizar estudios universitarios son afrontados desde la institución. Por ejemplo, como explicó César, las pilas de los grabadores que utiliza todas las clases solían ser un presupuesto muy importante, que ahora puede costear e invertir en nuevas tecnologías que facilitan la tarea. Además, explicó que la ayuda económica recibida es un incentivo para estudiar más: "ésto uno se lo gana estudiando, no te la regalan, sino que el beneficio monetario que nos dan es a cambio de que estudiemos, y eso es un beneficio aún mayor". La importancia de recibir educación superior, poder comenzar o terminar una carrera universitaria y contar con un título profesional, es un paso que acerca a las personas con discapacidad hacia la meta de un empleo formal, en blanco y bien pago.
Como lo explicó Charly en uno de sus testimonios: “Hoy en día sin un título no conseguís un trabajo. Antes de recibir la beca y empezar la carrera yo no aspiraba a ningún trabajo donde me pongan en blanco y el sueldo sea bueno”. La tercera historia es la de Eliana Toni, que tiene una discapacidad auditiva y está en el último año de arquitectura. Casi recibida, Eliana es un ejemplo de que las personas con discapacidad no sólo tienen la posibilidad, sino el derecho de seguir una carrera universitaria y ejercer una profesión. Por ello es que vale la pena luchar por la inclusión laboral, así como lo hace CILSA desde su Programa de Becas y Oportunidades, el cual significa un avance a través de la educación por el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad. •
Un ciclo exitoso de labores conjuntas
CILSA llegó, entre otras, a tres comunidades educativas en 2010 con el objetivo de compartir sus acciones concientizadoras por la inclusión y capacitar al respecto.
Tras el cierre del año escolar,
el balance fue sumamente alentador, hecho que motiva a continuar obrando este año, con nuevas actividades y alcances.
En junio, alumnos de 6º año del Colegio Víctor Reé participaron de distintas charlas informativas sobre discapacidad y sus tipos. Más tarde, desarrollaron un taller de sensibilización sobre discapacidad visual, oportunidad en la que conocieron el Sistema Braille y aprendieron a utilizarlo, comprendiendo de este modo cómo se manejan las personas con ceguera o disminución visual. Posteriormente, al volver a las aulas con motivo del receso invernal, compartieron una jornada integradora con los representantes de la Fundación “Un Camino” (personas que poseen discapacidad auditiva, visual e intelectual), destinada a conocer las distintas historias de vida de cada uno de los actores involucrados. Un mes después, en julio, CILSA llegó al Instituto Sor María Antonia de Paz y Figueroa de la mano de la docente Noelia Anzola, quien había manifestado interés en incluir las actividades del Programa Nacional de Concientización en la formación de los alumnos de 4º año. Así, los jóvenes fueron sensibilizados a través de encuentros vivenciales, los cuales tuvieron como finalidad identificar la situación diaria de las personas con alguna discapacidad. Y un tiempo después, interesados en conocer sobre discapacidad auditiva, dos profesoras del área de Integración del Instituto de Lenguaje y Audición Córdoba (ILAC) capacitaron en torno a la educación de niños y adolescentes sordos. Estas actividades culminaron con la realización de dos murales inclusivos (en el patio del establecimiento escolar mencionado inicialmente), los cuales fueron inaugurados el 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Finalmente en octubre, en el IPEM Nº 198 Dr. Martín Ferreyra, CILSA desarrolló el Encuentro por la Inclusión del año. Después de haber trabajado en esta comunidad educativa, las repercusiones llegaron a oídos de otros docentes y luego de concretar charlas y talleres vivenciales con elementos ortopédicos, se realizó, un encuentro deportivo. Muy interesados por las actividades adaptadas a personas con discapacidad, los alumnos pudieron conocer el torball, deporte practicado por personas ciegas, gracias a una atractiva explicación que ofrecieron miembros de un equipo alusivo. Asimismo, diseñaron diccionarios en Braille, los cuales fueron finalmente obsequiados a los deportistas visitantes.
CILSA y la Gente Institucional 7