este último (también crítico y traductor) había publicado el Taller en 2015, en su periódico Boletín, el ensayo titulado «La poesía en lengua eslovena», que acompañaba las versiones de catorce autores del país balcánico. Ha de imaginarse la experiencia traslaticia, la puesta en común de sinónimos, ritmos y equivalencias con un cotraductor que no tiene por qué dominar el esloveno (como ha ocurrido con todos los miembros del Taller en el caso del ruso, el polaco o el checo, lenguas también traducidas en otras ocasiones), que procurará re-crear lo que Laura Repovš traduce literalmente, mediante la reelaboración, la reestructuración, la reescritura. Hay varias voces, varias personas en el hilado que dará trama al poema resultante. Hay diálogo y colaboración, ese componente distintivo del Taller. Y un convivio de eticidad que los estimula a escapar del anglocentrismo dominante en el campo de la traducción, eligiendo textos «que por su nivel de elaboración o de “información estética” presentan un grado especial de dificultad y de complejidad» (p. 10), algo que el Taller se ha fijado como objetivo programático con un compromiso de rigor y magia sintáctica. Esto se ha logrado por el grupo de La Laguna invitando a colaborar a quienes tengan capacidad para traducir del ruso, del rumano o del sueco. Para la ocasión se han incorporado los daneses Klaus Rifbjerg y Pia Tafdrup: sobre ambos se han inclinado Ana Bundgård, Tine Pil Østberg y el propio Sánchez Robayna –como mediador con auctoritas competencial– entre lo escuchado y lo re-escribible. Este diálogo se impone emblemáticamente en los estímulos motrices del Taller, como se detalla en la «Introducción» al volumen:
diálogo: «Pour mon esprit ont les charmes / Si mystérieux / De ses traîtres yeux / Brillant à travers leurs larmes» es vertido por Sánchez Robayna como «Tienen para mi espíritu la misma / gracia misteriosa / que tienen tus ojos / traidores cuando brillan entre lágrimas» (pp. 36-37). Tal es el canon seguido por J. M. Oliver Frade en rendir con gracia competencial al excéntrico Jean Cocteau, como ha comprendido Ana M.ª González Casanova a Nelly Sachs, como Clara Curell, Fátima Sainz y Maryse Privat se enfrentan a Henri Michaux. El fenómeno de la traducción colectiva en el «Recitativo de Palinuro» de Ungaretti patentiza que la teoría re-lectiva puede ser compartible en un laboratorio concitado para exprimir en común y al máximo las posibilidades de invariantes en tal o cual segmento de determinado poema. Hilar fino, como suele decirse, en una imagen de depuración fabril que viene al caso; pues el Taller es una fábrica cuya maquinaria viene ya muy rodada tras veinte años de andadura, y renueva incansablemente sus productos. Es lo que sucede, por ejemplo, con la poesía eslovena, tan desconocida y excéntrica como está para competir con las lenguas europeas centrales en su oportunidad editorial bilingüe, cuando ni siquiera nos suena el nombre de France Prešeren, al que Sánchez Robayna considera «el más grande poeta esloveno y sin duda uno de los grandes poetas románticos europeos» (p. 17). Las llamas sobre el agua atiende especialmente a cinco de ellos en versiones de Laura Repovš y el propio Sánchez Robayna. Se trata de dar a conocer siquiera un muestrario de lo que escriben poetas como Edvard Kocbek, Dane Zajc, Kajetan Kovic, Milan Dekleva y Boris A. Novak. De CUADERNOS HISPANOAMERICANOS
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