Las sociedades más igualitarias son las más eficientes, de tal forma que la igualdad de género supone, según los expertos, un impacto positivo en la economía de las poblaciones y un mayor y mejor desarrollo económico y social. Para conseguir una Melilla en que la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres sea una realidad, debemos comenzar a trabajar desde la gestión municipal, porque desde aquí debe partir en primera instancia la puesta en marcha de las políticas de igualdad, para conseguir que el enorme potencial humano, social y económico que significan las mujeres en la sociedad melillense, contribuya decisivamente a mejorar, no sólo nuestra situación económica, sino la equidad entre hombres y mujeres. Los socialistas, durante estos últimos 7 años, hemos puesto en marcha importantes leyes encaminadas a generar derechos para las mujeres. La Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género es el mejor instrumento jurídico, capaz de proporcionar una respuesta global a la violencia machista, a la violencia que se ejerce sobre las mujeres por el simple hecho de serlo. No debemos bajar la guardia en la lucha contra esta lacra social. Debemos hacer hincapié en la aplicación de dicha ley e intentar que sea aún más eficaz de lo que lo ha sido hasta ahora. Junto a la ley debemos seguir impulsando medidas complementarias que potencien su efectividad.
Los socialistas melillenses estamos comprometidos con el desarrollo de esta ley. Una ley que dota de seguridad jurídica tanto a las mujeres como a los profesionales que intervienen en su aplicación, y que genera en la mujer el derecho a decidir sin limitaciones, ya que la decisión de tener hijos y cuándo tenerlos constituye uno de los asuntos más íntimos y personales que poseen las mujeres y que integra un ámbito esencial de la autodeterminación individual.
Si hay una ley del Gobierno socialista que ha supuesto un antes y un después en la igualdad real, es sin ninguna duda la Ley para la igualdad efectiva de hombres y mujeres. Una ley necesaria, dirigida a combatir todas las manifestaciones de discriminación que aún existen por razón de sexo y promover realmente la igualdad. Una de las consideraciones principales de esta ley es la dimensión transversal de la igualdad, estableciendo criterios de actuación de todos los poderes públicos bajo la óptica del principio de igualdad y de la perspectiva de género. Pero el logro de la
Memoria de enmiendas
La Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo es parte fundamental de las políticas preventivas y del derecho a la salud pública.
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