En la tribuna todo se dice con mentadas, con gritos, y entonces hallamos voz, encontramos un punto de silencio: en el centro del “infield” la poeta lleva la batuta, mira a primera base, por encima del hombro derecho busca segunda y tercera, la vista en “home”. Y ahí, la voz de un estadio, en medio de las luces nos convierte en algo más que simples espectadores y por un instante, fritanga en mano, experimentamos la unidad, damos gritos de existencia, ¡hume run! ¡hume run! José Can Canul
Colectivo Editorial Hojas Sueltas
Asiento 33A (poesía, erotismo y béisbol) Mónica Olivares Fonseca