EDITORIAL
La conservación de los monumentos históricos en el Perú es una tarea que involucra a diversos profesionales. En Chan Chan, lo que por décadas fue una actividad casi exclusiva de arqueólogos hoy involucra a ingenieros, arquitectos, abogados, conservadores, economistas, antropólogos y demás especialistas y técnicos, todos ellos interactuando en un solo norte. La protección de nuestro patrimonio. La fórmula ya está establecida, el esfuerzo de la conservación de las inmensas e imponentes estructuras de adobe deben ejecutarse en analogía con la educación y sensibilización de la comunidad, ambas acciones son de carácter imprescindible en este proceso de recuperación. Sólo empoderando a los diversos actores de la comunidad daremos sostenibilidad a esta herencia impar y de valores inigualables en el mundo. Chan Chan es como la vida misma, no renovable. Cada milímetro de barro que el clima o el hombre con su acción negativa afecten, se pierde para siempre. Chan Chan es patrimonio, es decir herencia de todos los habitantes del mundo. Es nuestra obligación protegerlo. Lo que dejemos de hacer hoy irá en desmedro de este monumento y lo que hagamos quedará como impronta en el tiempo, será el único testigo de la obra nuestra.
Henry Gayoso Paredes
Director del Proyecto Especial Complejo Arqueológico Chan Chan
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