A
los hombres de hoy nos preocupa cuidar nuestro aspecto por dos motivos importantes; primero, porque somos conscientes del impacto positivo que causa en las personas el lucir bien y segundo por simple vanidad, por sentirnos bien con nosotros mismos. La realidad es que el concepto de “Grooming” ha tomado fuerza en los últimos tiempos, se define como la acción de acicalar, cuidar la apariencia y la higiene personal; comprende principalmente el cuidado del rostro, cabello y barba, pero por la gama de productos y servicios se ha extendido hacia el resto del cuerpo. A pesar de que es más conocido en nuestros tiempos, resulta que el “Grooming” ha existido desde hace miles de años, incluso los métodos que utilizaban son la base de los procesos que actualmente se utilizan.
E S P EC I A L
MEN’S GROOMING POR SERGIO CADENA
En el antiguo Egipto, utilizaban aceites animales y extractos de flores combinadas con químicos para la hidratación y protección de la piel, además frotaban carboncillo aromatizado en su cuerpo a manera de desodorante. Grecia y Roma fueron los precursores del “wet look” y el semblante pálido, utilizaban aceites con cera de abeja para crear fijadores, actualmente se utiliza la misma fórmula. En la edad media el cuidado personal se abandona, es hasta el renacimiento que surge una nueva ola de opulencia y se crean esencias o perfumes que sustituían la higiene corporal. Para el siglo XX, considerados los tiempos modernos, la imagen de los hombres cumplían con las características de ser fornidos, protectores, viriles y valientes; y utilizaban herramientas indispensables para el aseo corporal, como el jabón y la espuma de afeitado. A finales de los años 60, los hombres comenzaron a prestar mayor cuidado a su apariencia, siendo la calvicie, el acné y el sarro en dentadura su mayor consternación. Justo en ésta época y en
36
promagazine.mx
el transcurso de los 70, la imagen personal empezó a ser importante en el mundo de los negocios; comunicaba prestancia, poder y nivel económico alto. En los años 90 surge un concepto que cambió la perspectiva social del “grooming”. Metrosexual, fue la palabra que predominó durante décadas para hacer referencia los hombres que cuidaban en extremo su apariencia, hombres que invertían mucho tiempo, dinero y esfuerzo al utilizar varios productos con funciones específicas para el aliño personal.
En la época actual, la industria cosmética ha apostado por crear y comercializar productos para el consumo masculino. Los hombres, estamos cada día más inmersos en la estética, y elegimos productos con etiquetas dirigidas a nuestro género, conocemos sus funciones, vemos sus resultados y además los recomendamos. Bajo ésta primicia, el “Grooming” también abarca y critica aspectos simples como la limpieza de la ropa, las arrugas en la misma, el brillo de los zapatos, las condiciones y calidad de las prendas y accesorios; en fin, un sin número de detalles que hacen de la apariencia física del hombre un tema a considerar.