Revista Horizonte Lechero, Año 2016, Edición 2

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mitigación al cambio climático: tópicos relacionados con el sector lechero Sergio Abarca Monge1 contaminación atmosFÉrica y las reGulaciones internacionales

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odas las actividades que realiza el hombre impactan el ambiente. En el caso de la contaminación de la atmósfera, la evidencia científica indica que el clima en la Tierra está cambiando, el planeta experimenta un calentamiento acelerado. La temperatura promedio mundial se ha incrementado alrededor de 0,8 °C desde principios del siglo pasado (IPCC 2014). Por lo que, actualmente la sociedad y los mercados valoran el nivel de reducción y remoción (mitigación) de la contaminación atmosférica por los gases de efecto invernadero (GEI) que generan los procesos de producción de bienes y servicios que se requieren para la vida humana moderna.

En estos años, se le ha dado mayor importancia a dos grupos de gases emitidos en cantidades muy importantes en el último siglo. El primer grupo son los destructores de la capa de ozono (esencial para la vida por la filtración de la radiación solar ultravioleta) como: Cloroflorocarbonados (CFC´s), refrigerantes y el plaguicida bromuro de metilo entre otros; que se usaron fuertemente durante las seis décadas anteriores, y que hoy se utilizan en menor proporción, de forma más controlada y en compuestos menos dañinos para la atmósfera; regulados por el Protocolo de Montreal a cargo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con buen suceso. El segundo grupo de gases que ensucian la atmósfera y que constituyen el principal problema ambiental global de hoy día, son los GEI como: el dióxido de carbono (CO2) principal gas por su cantidad, seguido en orden por el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O) entre otros. Estos gases han hecho que la temperatura promedio diaria del planeta se esté elevando y como consecuencia se observe una mayor variación del clima a nivel de todas las zonas de vida del mundo. La regulación internacional la lleva la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), que reúnen a los signatarios una vez al año en la denominada Conferencia de las Partes (COP), que en su COP 21 logró un acuerdo histórico en diciembre anterior en París y que entrará en vigencia a partir del 2020. En la preparación para el 2020, se establecieron dos mecanismos de compromiso uno voluntario (pre 2020), llamado Acciones de Mitigación Nacionalmente Apropiadas (NAMA 1

Investigador INTA y Coordinador del Programa de investigación y transferencia técnica agropecuaria para un ganadería baja en carbono (PITTA GBC)

Horizonte Lechero

Sergio Abarca Monge1 por sus siglas en inglés) para los países en vías de desarrollo, en los sectores nacionales de mayor emisión de GEI y con potencial de reducción y remoción; y otro con carácter más vinculante que son: las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDC por sus siglas en inglés) que representan el aporte que el país estaría haciendo a un nuevo régimen climático global post 2020 de acuerdo con sus capacidades y realidades. Hoy día Costa Rica tiene un NAMA ganadería baja en carbono inscrito ante la secretaria de la CMNUCC y ha incluido al sector ganadero dentro de la primera propuesta de INDC (para los periodos pre y post 2020 respectivamente). la Huella de carBono en la Producción de Bienes y serVicios De acuerdo con el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de 2014, (IPCC por sus siglas en inglés) la agricultura a nivel mundial representa 25% de las emisiones antropogénicas (generadas por los humanos) de GEI, pero también es una actividad esencial para la vida humana y por lo tanto está ligada al comercio de bienes y servicios. Aproximadamente la mitad de esta emisión se le atribuye a la cría de animales zootécnicos, donde los bovinos aportan la mayor parte. Un ejemplo de huella de carbono, en un sector no agropecuario y poco pensado por los consumidores sería el siguiente: una fábrica de teléfonos celulares emite 24 millones de toneladas de gases de efecto invernadero por año en la fabricación de 20 millones de dispositivos, entonces la huella de carbono es de 1.2 toneladas por dispositivo producido. Además durante el trasporte uso y desecho de esa cantidad de dispositivos la huella de carbono se incrementa en 16 millones de toneladas adicionales (0.8 ton/ dispositivo), al final de su vida útil cada dispositivo habrá contribuido en 2.0 toneladas de gases de efecto invernadero en su ciclo de vida, aunque en la realidad solo pesan unos gramos. Este tipo de empresas que producen dispositivos electrónicos, aparatos y servicios modernos como la banca, solo tienen la opción directa de reducir sus emisiones para mitigar el impacto del cambio climático. Así mismo, la única opción de remover sus emisiones bajo el sistema de carbono neutralidad de sus procesos, es mediante la compra de certificados de carbono. En Costa Rica solamente Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO) puede vender certificados de carbono, posiblemente fuera de los bosque y plantaciones forestales que ya los costarricenses pagamos en el impuesto a los combustibles donde el 3,5% es destinado al pago de servicios ambientales, que tiene el objetivo de costear la remoción de

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