La profunda convicción religiosa de Aura Susana y sus sólidos principios cristianos, le depararon una vejez tranquila y rodeada de su familia, sus matas, sus periódicos, sus crucigramas y sus tejidos, hasta el fin de su salud, que resentida por los sacrificios de la vida, le ganaron un ACV fulminante que la desconectó totalmente de este mundo terrenal, el martes 29 de enero y la conectó eternamente con el Señor, el Domingo 11 de marzo de 2018