Revista Preferente, número de enero de 2011

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Enero 2011

OPI N IÓN

SEGMENTOS. Las empresas están más concienciadas y Por Pau Morata, periodista, profesor y asesor paumorata@iconotur.net

Una sartén cuyo mango ha cambiado de manos Permítame el lector que empiece dejando constancia de mi satisfacción por haber podido volar sin retrasos durante las últimas semanas, desde que los controladores fueron puestos en situación de firmes. Como viajero frecuente por mi vinculación profesional con el turismo, he viajado con puntualidad inusitada, algo casi imposible desde hacía años, incluso volando con las pocas compañías aéreas serias que tienen a todos sus pasajeros a bordo y sus naves a punto para recibir permiso y empezar a rodar en hora hacia la cabecera de la pista y que también recibían el “castigo” de quienes, desde sus puestos de control, al tener la sartén por el mango repartían “sartenazos” insensibles y sabedores de que el daño duele más cuanto más inmerecido es. Los hasta hace poco descontrolados controladores aéreos protagonizaron con su plante un reto a la democracia maltratando al pueblo español y de otros países cuando dejaron sin control el espacio aéreo, que tuvo que ser cerrado como medida de seguridad. No quiero caer en sensacionalismo, pero me queda la duda: ¿hubo aviones en vuelo abandonados sin control mientras se dejaban vacíos los puestos de trabajo? No me extenderé acerca de los daños ocasionados por los controladores a tantos individuos y colectivos: a los viajeros perjudicados, a las empresas hoteleras y agencias de viajes mayoristas y minoristas -cuyos habituales portavoces gremiales y asociativos actuaron con una contundencia y claridad elogiable- y a las compañías aéreas y demás empresas del sector, olvidadas por casi todos los “comentaristas” de las mayoría de los medios de comunicación no especializados. Olvidadas, como lo han sido los profesionales turísticos afectados, sobre todo los que están en contacto con los consumidores, tan inmerecidamente “maltratados” por algunos consumidores

tan perjudicados como coléricamente maleducados. Citaré solo de pasada que probablemente no hubo un perjuicio a la imagen turística de España tan grave como algún político interesado ha podido aumentar, irresponsablemente, al querer aprovechar el hecho por motivos de imagen personal. Me centraré en los controladores y en los políticos en general y en cómo se había llegado, por dejadez y/o cobardía, a continuas cesiones de poder efectivo ante un grupo de técnicos cualificados que llegaron a creerse que estaban por encima de todo y de todos. Desde antes de la transición hubo continuas cesiones y concesiones de los políticos a los controladores, cesiones que en 1998 culminaron con aquel primer convenio -negociado y firmado a finales de 1998 aunque publicado en el BOE en 1999, año en que entró en vigor- que les dio mayor poder real oficial y, sobre todo, fáctico. Tanto poder, que el convenio se ha mantenido prorrogado tácitamente desde la finalización de su vigencia en 2004. Hubo cesiones sucesivas hasta que la resistencia y contundencia del actual ministro de Fomento ante la tensión máxima de la cuerda por los controladores provocó que esta se rompiera, por primera –y previsiblemente- última vez. Y el mango de la sartén ha cambiado de manos. La firmeza del gobierno ante el inaceptable e inasumible reto de los controladores con su órdago ha sacado a la luz y popularizado el poder fáctico que les daba la posibilidad de chantajear con perjuicios al resto de la colectividad. Se creían estar por encima del poder gubernamental y les ha caído encima el peso de este y de los dos restantes poderes característicos de los estados democráticos. Y encima han inducido la unanimidad parlamentaria –tan escasa en España- en la aprobación por el Congreso del proyecto de ley de Seguridad Aérea.

demandan proveedores que cuiden su impacto ambiental

El turismo de reuniones, cada vez más ‘verde’

Vivi Hinojosa/Madrid

Poco a poco la conciencia medioambiental va calando en las estructuras empresariales. Prueba de ello es que al solicitar presupuesto para organizar una reunión o evento en un hotel cada vez son más los que requieren información sobre su política ecológica. Si bien es cierto que este interés es creciente, también lo es su condición de ventaja competitiva a futuro ya que, como reconocen en Barceló, “hoy por hoy el turismo de negocios, uno de los más afectados por la crisis, sigue teniendo el precio como principal factor de decisión”. Aún así los expertos prevén que en unos años se imponga este criterio, por lo que grandes grupos como InterContinental Hotels Group (IHG) ya en 2009 anunciaba su “compromiso con el desarrollo sostenible como única vía posible para garantizar el liderazgo a largo plazo en la competitividad responsable y en la creación de valor para todos los hoteles”. De hecho su herramienta online de estrategia ecológica ‘Green Engage’, explican desde el Grupo, “surge tras el creciente interés de los clientes por establecimientos sostenibles que sepan gestionar su impacto en el entorno. Así, además de la localización o el precio, los huéspedes se fijan ahora en las credenciales medioambientales cuando buscan un lugar para alojarse o para celebrar una

reunión”. A ello se suma el significativo ahorro de costes energéticos que supone para el hotel, especialmente importante en el actual clima económico. Por todo ello las cadenas urbanas se adaptan a esa nueva demanda con productos específicos como NH Hoteles con Ecomeeting, ya implementado en las 2.510 salas de reunión de los 392 establecimientos que la cadena posee en 25 países, con el que

Este tipo de iniciativas no son buenas sólo para el medioambiente, sino también para el negocio busca “una organización de eventos y convenciones más responsable con el desarrollo sostenible de las comunidades”. Eficiencia energética, moderación en el consumo de agua, una gestión ecoresponsable de los residuos y la utilización de productos de bajo impacto medioambiental procedentes de comercio justo, son las máximas de este nuevo producto para el segmento MICE, en coherencia con su Plan Estratégico. Pero sin duda lo más novedoso es que ofrece a los organizadores de reuniones la posibilidad de compensar las emisiones de CO2 asociadas a su evento a través de la plataforma internacional inde-

pendiente Carbon Clear, que utiliza ese importe para la construcción de proyectos eco-saludables. Y es que el gasto energético constituye el segundo coste más elevado de un hotel tras el de personal. Por ello IHG pretende reducirlo con ‘Green Engage’ hasta en un 25 por ciento, de manera que si se adopta en sus 4.000 establecimientos el ahorro podría superar los 150 millones de euros. Lo que demuestra que iniciativas de este tipo no son buenas sólo para el medioambiente, sino también para el negocio. El InterContinental Madrid aplica esta nueva herramienta, además de mantener acuerdos de colaboración con National Geographic y la Fundación para la Investigación y el Desarrollo Ambiental de la Comunidad de Madrid. Pero la inmensa mayoría de las cadenas optan por certificaciones medioambientales externas para demostrar su compromiso. Sol Meliá, por ejemplo, es la primera ‘Compañía hotelera de la Biosfera’ avalada por la UNESCO; mientras algunos de los establecimientos de Barceló y Accor ostentan la ISO 14001 o el sello especialmente diseñado para el sector Green Globe. El objetivo del grupo francés es tener el 100 por cien de su red certificada al finalizar el año. Esta estrategia se combina con el desarrollo de eventos e iniciativas que confirman la concienciación de sus marcas con el medioambiente.


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