Estudios sobre el español de América y de Bolivia
embargo, por su mayor simplicidad, supera en buena medida los problemas de las anteriores propuestas (Fontanella de Weinberg, 1992: 127).
1.2.6.2.7. Philippe Cahuzac (1980)
Un año más tarde Philippe Cahuzac (1980) propone una división diatópica poco convencional. Su punto de partida es la etnolingüística, específicamente el campo denominado semántica dialectal, a través de la cual se propone estudiar las relaciones entre la vida cotidiana y la organización lingüística, cuyo resultado es la división dialectal del español americano en la que cada zona muestra una forma diferente de expresar esas relaciones. Cahuzac, haciendo uso del léxico referido a la agricultura, como denominaciones para el término campesino, los trabajos agrícolas, las herramientas, etc., divide el español de América en cuatro zonas; propuesta que coincide con la planteada por Henríquez Ureña años atrás. Zonas
Denominaciones
1.
Sur de Estados Unidos, México, América Central, Antillas, Venezuela, Colombia (excepto la región andina) y la costa de Ecuador.
En esta zona, las denominaciones para campesino son: charro (norte), llanero (Sudamérica) así como guajiro, jíbaro y cimarronero.
2.
Región andina de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, norte de Chile y noroeste de Argentina.
En esta zona las denominaciones para campesino son: jíbaro y cimarronero.
3.
Chile (excepto el norte).
4.
La región de La Plata (Argentina, Uruguay y Paraguay) y el oriente de Bolivia.
En esta zona las denominaciones para campesino son: huaso y campanista. En esta zona la denominación para campesino es: gaucho.
Las críticas al trabajo de Cahuzac son fuertes y van dirigidas, sobre todo, al criterio inicial para la clasificación y a la metodología empleada. Con referencia al primero, algunos autores61 han observado como una limitación el manejo exclusivo del nivel léxico como criterio diferenciador de las variedades del 61
Como Solé (1990).
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