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mentos, mientras se incorpora a un grupo dedicado a ayudar a personas perseguidas por los nazis a cruzar la frontera hacia España, ve nacer, en 1941, a su hija Paquita.

La lucha en el interior En estos años el Movimiento Libertario Español (MLE), constituido durante la guerra como reunión de CNT, FAI y Juventudes Libertarias, respalda plenamente la lucha armada contra el franquismo. En el Congreso celebrado en Francia en mayo de 1945, se aprueba el envío a España de una delegación para contactar con los núcleos militantes que mantienen la lucha en el interior con objeto de establecer un enlace permanente. Quico forma parte de esta delegación y aquí comienza su actividad guerrillera en Catalunya.

Las tareas más inmediatas se centran en la creación de una infraestructura que posibilite la acción: depósitos de armas, red de apoyo, rutas de escape, etc. Como en toda guerrilla, el conocimiento del terreno y el apoyo de la población resultan fundamentales. Otra necesidad es la obtención de dinero. Quico, junto con otros compañeros, inicia una serie de acciones que tienen este objetivo. En una de estas acciones asaltan el almacén de Manuel Garriga –conocido empresario franquista–, del que además del dinero que encuentran, se llevan varios sacos de alimentos que luego distribuirían entre los más necesitados. Esta fue su nota de despedida: No somos atracadores, somos resistentes libertarios.

Todo lo que nos llevamos servirá para alimentar a los hi-