Zarathustra. Estudios Nietzscheanos. Edición y dirección: Pablo Sigg y Gerardo Villegas. 2015

Page 95

A la melancolía Friedrich Nietzsche No te enojes conmigo, melancolía, porque la pluma para alabarte empuñe y, alabándote, la cabeza a la rodilla incline, sentado en el tronco de un árbol, solitario. Así me contemplaste muchas veces, como ayer, bajo los matinales rayos del cálido sol: ávido graznaba el buitre en el valle, soñaba carroña sobre madera muerta.

Acerba diosa, salvaje naturaleza pétrea, disfrutas manifestarte cercana mía. La huella buitrea y el goce de la avalancha las muestras amenazante, para negarme, amiga mía. Circulando colmillos fuera, el deseo mortal respira: ¡torturante avidez que amenaza la vida! Seductora sobre las rígidas rocas la flor suspira por las mariposas.

¡Te equivocaste, pájaro brutal, aunque momificado en el leño descansara! No viste mi mirada llena de placer, rodar aquí y allá, orgullosa y altiva. Y cuando a tus alturas no mira, muerta para las nubes más lejanas, así se hunde honda en sí misma iluminando radiante al abismo del ser.

Todo esto soy — lo siento estremecido — mariposa seducida, flor solitaria, buitre y fulgurante torrente helado, el gemir de la tormenta — todo para tu gloria, fiera diosa, ante quien profundo la cabeza inclino y un terrible himno gimo, sólo para tu gloria, ¡que con cordura de vida, vida, vida sediento vivo!

Muchas veces sentado en desértica soledad, vilmente encorvado, cual bárbaro inmolante, pensaba en tí, melancolía, ¡penitente pese a mis pocos años! Sentado así me alegraba el vuelo del buitre, el atronar de la avalancha rodante, tú me hablaste, inútil fantasma humano, con la verdad terrible de tu severo semblante.

No te enojes conmigo, deidad maligna, porque dulcemente de rimas te cubra. Tiembla aquel a quien te acercas, terrible rostro, estremece aquel a quien alcanzas, derecho cruel. Y temblando balbuceo, canto tras canto, contrahecho en rítmicas formas: la tinta fluye, centellea afilada mi pluma — ¡oh diosa, diosa déjame, deja mi voluntad! Gimmelwald (verano de 1871). Traducción de Pablo Sigg

95


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.