1914. El quiebre de la historia Crecimiento del fascismo y autoritarismo en los años 20 en Europa.
El final de la primera guerra mundial no dio paso a un mundo más estabilizado. Políticamente se
extendieron los regímenes parlamentarios y avanzó, en los más
antiguos, la inclusión de amplias masas en la vida política. Pero los nuevos países europeos o aquellos con débil tradición parlamentaria estuvieron sometidos a fuertes tensiones económicas, sociales y políticas que terminaron por derrumbar sus frágiles regímenes parlamentarios. Estos solo subsistieron en el norte y oeste de Europa. En la década de los 20 se extendió por Europa toda una serie de movimientos basados en tres componentes comunes, el horror y el odio contra toda la izquierda, el rechazo del parlamentarismo liberal, y un fuerte nacionalismo. En realidad la democracia liberal, que parecía haber salido fortalecida de la guerra debido a la victoria sobre los autoritarios imperios centrales, se encontró en pocos años en franco retroceso en todo el mundo. Posiblemente, desde su nacimiento, el período de entreguerras fue el más crítico para estos regímenes con dos grandes competidores. De un lado el comunismo, que si bien había quedado aislado a la Unión Soviética, también se había convertido en un fuerte polo de atracción para las masas obreras; con una propuesta de sociedad para superar las lacras del capitalismo y del imperialismo, y de nueva democracia – la soviética – basada en una participación más intensa de las masas. En el lado económico fue muy importante el contraste de la época entre una Unión Soviética que se reconstruía a marchas forzadas basándose en los planes quinquenales y el mundo capitalista que se hundía en la peor crisis económica de su historia en 1929. Pero en el aspecto político y social la revolución soviética había entrado en un proceso de degeneración, con la consolidación del estalinismo, que la alejaban de los objetivos emancipatorios con los que había nacido11. El otro gran competidor de las democracias liberales fue el nazi-fascismo. Fue fruto a la vez del temor de las clases dominantes a la amenaza revolucionaria del proletariado 11
No es este el lugar adecuado para analizar aquí el desarrollo y degeneración del comunismo implantado en la Unión
Soviética a través del estalinismo. Para los lectores interesados se puede consultar la obra Las experiencias históricas de
transición
al
socialismo
de
Jesús
Sánchez
Rodríguez
http://miradacrtica.blogspot.com.es/ y http://es.scribd.com/sanchezroje
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en
las
siguientes
direcciones:
