Secuestrados por extraterrestres antonio ribera

Page 109

encontraba a 32 kilómetros de Vit6ria, capital del Espíritu Santo, y que aquella carretera conducía estado al de Minas Gerais. Ál oír esto preguntó qu y entonces el sorprendido fue el desconocido vi quien le replicó que era el viernes, 9 de mayo. Esta noticia aumentó la confusi6n del soldado. do, calculó que su ausencia había durado cuatro medio. Vestido de harapos y sin papeles de identida ser interpelado por la policía, que desde luego hab sado dar crédito a sus explicaciones y lo habría lado. Resolvió entonces regresar a 'pie, siguiendo 1 tera en dirección a Minas Gerais. Más de una vez tentado de esconderse en los bosques, y de vivir en pesca y frutas. Sin embargo, mientras estos pensa le asal~aba~" sus pies seguían conduciéndole maqui te en dlrecclOn al estado de Minas Gerais. Dijo 'luego haber sido detenido varias veces po movilistas que, dándose cuenta de su deplorable a le ofrecían asistencia. Por último aceptó una oferta varIo en coche, hasta cerca de Colatina, pues tenía la derecha hinchada, y heridas en cuello y hombros del Cuando le preguntaban acerca de las razones de su y de que marchara a pie, replicaba que se tratab cumplimiento de una promesa». Cerca ya de Colatina, encontró un grupo de niños, que preguntó por dónde se iba a la estación del f rri!. Luego de informarle y sin,duda a causa de su a andrajoso, los chiquillos se burlaron de él y le arro piedras.

Si~,uiendo la ví.a férrea, terminó por llegar a la peq estacIOn de Colatma, donde se informó sobre la ho que p.asaba el primer tren para Belo Horizonte, pues cambIado ya de opinión y deseaba volver a su casa, P lo que pasara. Como faltaba aún mucho para que lleg tren, permaneció en 'la estación, charlando con el gu Compadecido de su aspecto, el guarda le invitó a pasar casa, para que se aseara y comiera algo. Una vez allí, le sentó a su mujer e hijos. Le presentaron también a un lono vecino del guarda, quien le ofreció trabajo, oferta José António rechazó. Agradecido al guarda por sus amistosas atenciones 11 António le regaló uno de sus tres cuchillos de roon't , abandonar su casa. Recuérdese que otro había quedado poder de los humanoides, por lo que ahora sólo le rest uno. Llegado a la estación, ofreció pagarle el billete a 196

11 ndigente. Los humanoides sólo le habían arrebatado 1I 1I 'te de 100 cruzeiros de los 35 100 que llevaba, por 1'"' tlhora le quedaban 35000 cruzeiros re~ondo~.. las 7.25 de la mañana del sábado, Jose Antomo da I 11 ti' cendió del tren en la estación de Belo Horizonte, 11 IInente en la estación de la Estrada de Ferro Central 111' ,sil, donde fue abordado por un empleado de los ser111' de seguridad del ferrocarril, el señor G.eral~o Lop;s Iva, a quien terminó por contar. toda la hi~~ona, segun I 11 , dicho al principio. El señor Silva 10 enVIO a su cuar, 11' de donde fue llevado a la casa del mayor Célio Fe-

11

l.

de mayo -o sea veintitrés días después de l~ desapade José António de su domicilio-, un eqUlpo com111 " por seis investigadores se fue en compañía del tes111 tl Bebedouro. Este equipo estaba ~ompuest~ por el 1111 lor Húlvio Brant Aleixo y el señor LUIS Roman~ello, d~l IC'OANr· el teniente Vitorino, del CrOANr, orgamsmo mI11111" el ~oronel J acy Práxedes, el mayor Célio Ferreira y I I t~pitán Edeni (los tres de la Policía Militar del estado I Minas Gerais). I.legados al sitio indicado por el so.ldado, se e.fectuaron 1110 rafías de toda la zona. Acto segUIdo, el testIgo procetll' a la reconstrucción de su captura, indicando el sit.io 11 oto en que se desarrollaron las distintas fases de la mlS1111 hasta el momento en que. fue introducido a la fuerza. 11 "1 aparato. «En cada punto de esta reconstrucción, las .reacciones d. 1 soldado se juzgaron coherentes, con referencIa. a lo pre11' 1 ntemente establecido en mi relato» (H. B. AleIXo). Se consagró una parte de la tarde a entrevistar las .perIlllas que vivían por los alrededores. _Los escasos ha~Itan­ 11': de la región .fueron invitados a sen.alar la presenCIa de .' 'ntuales objetos voladores no identIficados durante ~o.s d as precedentes. Estas pesquisas dieron resultado POSItIvo, y confirmatorio de lo que declaraba el soldado: «Un niño señaló haber observado un aparato que valilba a gran altura y se desplazaba en sile~cio. Parecía .un ¡¡rtraguas» (H. B. Aleixo; el subrayado es mIO). ~a navec.Illa que llevó a José António a la «base» parecena, efectlvalI1ente, Un paraguas vista volando a gran altura. ,

1 1111

197


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.