Un extraño objeto metálico de forma alargada sobrevoló a baja altura y a una gran velocidad la población norteamericana de Aurora . El ovni impactó contra el molino de viento de la granja del juez J. S. Proclor.
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del Gobiemo de EE UU , que ha cambiado de argumentos hasta en cuat ro ocasiones, mantienen el caso en la palestra. Y esto es así pese a que. con posteriori. dad, han ocurrido a iras dive r sos accidentes de ovnis alrededor del orbe, como el de Aztec, también en Nuevo México. EL CASO AURORA
A pesar de las grandes connotacio. nes que el supuesto caso ovni de RoswdJ ha ten ido)' sigue tenien. do en la ufología mundial, no fue, ni mucho menos, el primero de la H istoria. Un suceso similar ya ha bía OCUlTido, supuestamente, 50 años antes en la localidad de Au_ rora, también en EE.UU. Un su· ceso que, hasta tiempos recientes (cxactamenle a raíz de una inves_ tigación !levada a cabo en el a ño 1973). no se comenzó a sacar a la luz ni sobre el que existía informa. ción detallada. En s u edición del 19 de abril de! año 1897, el diario Dalias Momi/lg NelVs publicaba una noticia bajo e! título de Tllat aerial ship (Esa nave
aérea), fimlada por el periodista E . Ha y don . E n ella se informaba de que dos días antes, e! 17 de abril a las 6 de la mañana. un extraño objeto metálico de forma alarga. da sobrevo ló a baja altura y a una gran velocidad la población de Au. rora (condado de Wise, Texas). El objeto impactó contra e! molino de viento de la granja del juez J . S. Pro ctor y acabó estrellándose, en medio de una gran explosión, en un pozo de agua, desinlegrado en miles de fragmentos de metal fundido sobre un área de 20.000 m', lo que causó grandes estragos en la propiedad de! juez. Ante ese violento e inusitado suceso, la gen. te de! pueblo corrió al lugar para prestar la ayuda que fuera necesa ria. Al escarbar entre los reslOS de la misteriosa nave aérea, hallaron el cadáver desfigurado y semicar. bonizado, pero aún reconocible, del piloto, que presentaba un as pecto humanoide, pero que, al de. cir de los testigos, "/lO era de este mundo". Un telegrafista de! Gobierno y as· trónomo aficionado, T . J . Weems .
llegó a afirmar que, en su opinión, se trataba de un habitante del planeta Marte. Dijo esto probablemente influido por la literatura de cien. cia ficción. muy en boga en esa épo_ ca -como la novela de H . G. \Vells La glwrra de los IIU1lUlos. que se publicó un afio después- , donde se hacían constantes referencias a los hipotéticos habitantes del P laneta Rojo. Se dijo que algunos doc u mentos hallados en e! lugar del acciden te estaban llenos de jeroglíficos indescifra bles. Curiosamente, esto es algo muy similar a la lámina con e x traños jeroglí. ficos supuestamente hallada entre los restos del ovni de Roswell en 1947. Según e! informe de! Dalias Mor· ,li/lg NelVs, a mediodía del 17 de abril, e! cadáver del supuesto ex· tra terrestre fue sepultado en el cementerio de Aurora. Una gran pal·te de los trozos de metal de la nave, recogidos por los habitantes de! pueblo, fueron arrojados por el mismo juez P roc tor dentro del pozo de a gua donde la nave había acabado estrellándose. -+