Revista Habitantes #3 " A DESAPRENDER" DICIEMBRE 2013

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Rebeldes primitivos

La interpretación de Hobsbawm, el conocido historiador marxista muerto recientemente, sobre el bandolerismo social rompe con la tradición historiográfica que considera como mero delincuente, un fuera de la ley, a todo participante en las luchas armadas contra el poder establecido, situando en un primer plano, en el campo de la investigación histórica, a movimientos sociales que los prejuicios ideológicos y sociales habían relegado al anonimato de los archivos policiacos, las páginas sensacionalistas de los periódicos, leyendas, relatos y cantos populares. Este autor conceptualiza el bandolerismo social como una de las formas más primitivas de protesta social organizada y sitúa este fenómeno casi universalmente en condiciones rurales, cuando el oprimido no ha alcanzado conciencia política, ni adquirido métodos más eficaces de agitación social. Esta forma de protesta social surge especialmente, y se torna endémica y epidémica, durante periodos de tensión y desquiciamiento, en épocas de estrecheces anormales como hambres y guerras, después de ellos, o en el momento en que los colmillos del dinámico mundo moderno se hincan en las comunidades estáticas para destruirlas y transformarlas. El bandolerismo social se presenta como una forma pre-política de resistir a los ricos, a los opresores extranjeros, a las fuerzas que de una u otra forma destruyen el orden considerado tradicional, en condiciones extraordinariamente violentas, provocando cambios notables en un espacio de tiempo relativamente corto. El bandolero social representa un rechazo individual a nuevas fuerzas sociales que imponen un poder cuya autoridad no es del todo reconocida o sancionada por la comunidad, que ayuda y protege al bandolero. La existencia de esta cooperación por parte de una población oprimida es fundamental para diferenciarlo del simple delincuente. Y es que al enfrentarse contra los opresores –aunque sea por medios delictivos– el pueblo oprimido ve expresados sus anhelos íntimos de rebeldía. Por ello, toma el papel o es trasformado en el vengador o defensor del pueblo. Sin embargo, como toda rebelión individual, tiene sus límites. Este autor interpreta esta rebeldia como una protesta recatada y nada revolucionaria. Protesta contra los excesos de la opresión y la pobreza, no contra su existencia misma. El bandolero social no se plantea con sus acciones la trasformación del mundo, no es un revolucionario, sino que intenta, en el mejor de los casos, poner un coto o revertir la violencia de los dominadores. Su papel no es acabar con el sistema que da origen a la opresión y explotación contra las que se enfrenta. Por lo tanto, por su acción e ideología, el bandolero social es un reformista: actúa dentro del marco institucional impuesto por un sistema cuya existencia no es puesta en tela de juicio.

Película recomendada: Bairoletto, la aventura de un rebelde 1985

El frondoso prontuario de Juan Bautista Bairoletto acumuló robos, hurtos, reparto de propaganda anarquista, asaltos y muertes. Pero ello no hizo mella en la admiración popular. Admiración que lejos de decaer se fue incrementando con cada nuevo crimen y nuevo escape. Este bandido, ha sido conocido por robar a gente rica para dar a los pobres, quizá la razón por la cual se ganara su apodo de «Robin Hood Argentino» o el «Robin Hood Criollo» siendo un mito luego de su muerte.

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estaban siendo «vendidos» por alguien, y sus relaciones con Peralta se resintieron. Algunos partícipes del asalto fueron detenidos, y en el sumario policial cargaron el crimen en la cuenta de Mate Cosido. «Otro regalito es la muerte del mayordomo Mieres; mi acusador Manuel Delgado sabe bien quiénes son los verdaderos autores, y sí usó mi nombre es para salvar a sus compañeros y tal vez violentado por la policía». Decepcionado, Bairoletto se volvió al sur. Era el fin de sus aventuras, y el comienzo de otra leyenda. La Gendarmería tiende el cerco La ley de creación de la Gendarmería se sancionó dos meses después del asalto a La Forestal, y casi inmediatamente se decidió organizar la Inspección Norte en el Chaco, aunque sus cuarteles se instalaron recién al año siguiente. Mate Cosido tuvo tiempo de dar varios golpes más entre 1938 y 1939, actuando en compañía de su hermano Marcelino, el Tata Miño, Pío Tanicho Domínguez, Andrés Chazarreta, Ismael García y otros. En esta época reincidió con los secuestros extorsivos, perfeccionando el método y cuidando de brindar un trato irreprochable a los rehenes. En octubre de 1938 atraparon a un comerciante de Quitilipi, Gabardini, que iba en auto con su familia. A cambio de un cheque por 12.500 pesos dejaron ir a su esposa e hija, y lo retuvieron hasta el día siguiente para obtener una suma equivalente: conforme a las instrucciones impartidas, dos empleados suyos arrojaron el dinero desde un tren en marcha al ver cierta señal luminosa. Días después, varios miembros de la banda fueron sorprendidos por la policía en el monte y Chazarreta fue ultimado. Parece que habían sido delatados por un tal Block, a quien una semana más tarde ejecutaron en represalia. En abril de 1939, camino a Sáenz Peña, detuvieron el auto de Amador López y lo dejaron marchar reteniendo a su hija; para rescatarla el hombre pagó una semana después 15.000 pesos mediante el mismo procedimiento de arrojarlos desde un tren nocturno en marcha. A mediados de ese año atracaron un comercio y también a un pagador de -otra vez- la firma Anderson & Clayton. Pero ya la Gendarmería comenzaba a instalarse en la zona central del Chaco. Para las tareas de «inteligencia» se creó una Sección Especial que encabezó el auxiliar Guillermo Solveyra Casares: su objetivo principal, el hombre a quien ficharon en el prontuario número 1, se llamaba Mate Cosido. A Bairoletto lo registraron con el número 7. Simultáneamente se designó jefe de Policía del Territorio al teniente coronel (R) Alberto Saravia, con la misión de reorganizar los cuadros. Gendarmes vestidos de paisano comenzaron a internarse en los bosques buscando información. Se difundió profusamente un bando que ofrecía recompensa por la captura de Mate Cosido. En meses de fatigoso empeño lograron escaso resultado: los pobladores del monte callaban, e informaban de sus movimientos a los bandidos. «Estoy enterado de la oferta de dos mil pesos que la Gendarmería promete por mi captura, pobre recurso de fracasados, eso es lo mismo que hacer confesión de incompetencia, lástima que mi detención haya sido cotizada tan a bajo precio, yo creía que a estas horas mi vida valía mucho más. Mis amigos chaqueños se ríen de la oferta y yo confiado duermo a veces en sus hogares, en la certeza que no seré vendido así nomás, algunas veces charlan conmigo al respecto y vierten opiniones, unos critican la bonita moral que quieren enseñar al pueblo, ser un traidor» . A fines de 1939 Mate Cosido dio el último golpe. En vísperas de Navidad secuestró en una ruta a Jacinto Berzón, encargado de la estancia de la sucesión Furken. Esta vez, el pedido de rescate lo hizo Mate Cosido de puño y letra: «exigimos los 50.000 pesos o la vida de su hermano, quien pasará a alimentar a los cuervos», decía la carta que recibió María Berzón. El texto impartía precisas instrucciones para arrojar el dinero desde un tren el 7 de enero, según el método que ya era de práctica. Resaltaba también en aquellas líneas la suficiencia del bandido y su menosprecio por las fuerzas de segundad: «Ya han transcurrido ocho días desde el secuestro, y la policía ni el polvo nos ha visto ni verá. El jefe de la Gendarmería y sus satélites no sirven más que para torturar a gente de trabajo e indefensa». Los familiares hicieron conocer la carta a la policía, y por otra parte el encargado de custodiar al prisionero, Julio Centurión, temió ser descubierto y fue convencido por Berzón de que le convenía entregarse y denunciar a sus compinches: Pero fue un día allá en el Chaco que un compañero lo delató. La gendarmería preparó entonces dos emboscadas. La noche del 7 de enero, saliendo el tren de Villa Berthet, los bandidos hicieron la señal con una linterna, y el paquete simulando contener el dinero fue arrojado por una ventanilla. Cuando Mate Cosido y sus compañeros se acercaron a recogerlo, una bomba luminosa destelló en el cielo y los gendarmes los tirotearon desde el tren. Peralta recibió un tiro en la cadera, y se salvó providencialmente de ser barrido con una ametralladora situada en un vagón abierto, cuyo mecanismo estaba trabado (parece que en el apuro olvidaron quitarle el seguro). La segunda emboscada, en el rancho del monte donde habían dejado al prisionero, también falló. Mate Cosido advirtió algo y volvió sobre sus pasos. Cuando los gendarmes abrieron fuego ya era tarde. Mate Cosido huyó a la selva, nunca volvió. -Compilación de Ramón

CAMINO ROJO

El sendero al conocimiento de nuestros antiguos sabios originarios americanos Entrevista realizada a Rocky Quintana, hermano de la tradición originaria americana. Por Arturo Avellaneda El camino rojo es el camino del corazón, el camino de la sangre y viene del origen de la humanidad. En estos tiempos se ha llamado así a un movimiento indígena que nace entre los nativos de norteamérica, reivindicando el camino del corazón y de la sangre nativa. El rezo del camino rojo llega hasta aquí de la mano de las profecías de nuestros ancianos vinculadas a la unión del águila y el cóndor. De la unión del Norte y del Sur. Llega a Argentina de la mano del Jefe Francisco Melo - Cuatro Venados Nahui Mazatl, que tenía la tarea de llevar las carreras ceremoniales “Jornadas de Paz y Dignidad” a lo largo de todo nuestro Continente Sudamericano para contactarlo con los hermanos del Norte como una Gran Nación y así reconstruir la “Confederación del Águila y del Cóndor” que es la organización que teníamos en tiempos remotos antes de la conquista... Aquí en nuestro país estamos ahora en un proceso de reconstrucción, porque han quedado muy olvidadas las memorias, no tanto así en Bolivia, Perú o Ecuador. Aquí es más complicado volver a las formas originarias de vida. Y también se complica esto de venir a proclamar la unidad del ser humano ya que también los mismos originarios conservan mucho resentimiento, y del lado de los que vinieron tienen también muy borradas esas memorias acerca de dónde proviene la vida misma. Nosotros también nos apoyamos en nuestros rituales ancestrales, basados en el uso de algunas plantas que para nosotros son sagradas porque nos ayudan a recuperar esa memoria de quien verdaderamente somos y cuál es nuestra verdadera relación con la naturaleza como una forma de compartir nuestra forma de entender también el conocimiento universal. Nuestras culturas si bien se encuentran hoy muy dispersas, son muy ricas en conocimientos y tradiciones. De a poco se viene recuperando esa memoria de como es nuestra relación natural con la vida. En cierta forma se trata de una revolución cultural que se basa en el conocimiento de la cultura de nuestros antepasados. Así también es como la gente que actualmente lleva una forma de vida occidental, las nuevas generaciones, que saben que este modo de vida está en crisis, están tratando de construir formas alternativas de vida. Así es como también se acercan a muchas fuentes de conocimiento que desde su particularidad mapuche, guaraní o quechua convergen ahora en este camino lleno de mitologías, de rituales y sobre todo de auténtico conocimiento.

Temazcal El Temazcal es una de las ceremonias más antiguas que existen, la Ceremonia del Origen. Es una profunda experiencia de renacimiento en el vientre de nuestra Madre Tierra. Una ceremonia ancestral de la Tradición Nativa Americana, que en su cosmovisión recrea la creación de la Vida. Se realiza en un espacio circular ubicado en el Este, que representa el vientre materno y que se cubre por lonas hasta quedar completamente a oscuras. En el Oeste se levanta un fuego que representa al Sol y su poder creador. En él se calientan piedras volcánicas hasta quedar completamente rojas. Una vez que las piedras están listas, las ingresamos al Temazcal en un número especial, esperándolas sentados en círculo. Entonces cerramos el Temazcal, comenzando una experiencia donde nos conectamos íntimamente con nuestro ser a través de la oscuridad y el calor de las ancianas piedras. Se inicia así un movimiento, a través de intenciones, cantos y silencio, en que se integran los 4 elementos de la vida y nuestra corporalidad: cuerpo, corazón, mente y espíritu, llevándonos a espacios del alma donde experimentamos la comprensión de ser parte de un todo indivisible. Volver a este vientre de la Madre Tierra posibilita recrear nuestras impresiones y proyecciones sobre el mundo, modificando conscientemente nuestros códigos originales. Nos hace sentir que somos parte de la Naturaleza y que nuestra vida tiene un propósito, del cual debemos hacernos responsables. La ceremonia de Temazkal es un momento muy bello y poderoso en nuestra vida, una oportunidad para reconciliarnos, con nosotros mismos, con todas nuestras relaciones, con la vida, con la salud, la fuerza, con nuestro camino espiritual, detenernos y encontrarnos. fuegosagradoargentina.com/temazcal.htm

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