FOR M ACIÓN
formación para cumplir con la nueva ley de control de alérgenos
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PAN O RAMA 203 | sep/oc t 201 5
La población alérgica e intolerante a ingredientes alimentarios crece cada año, por lo que toda la información hacia los consumidores acerca de esta materia es imprescindible y beneficiosa para la sociedad. Por esta razón entró en vigor hace unos meses el nuevo Reglamento 1169/2011 europeo sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, no solo las empresas fabricantes tienen el deber de especificar la naturaleza y composición de sus productos envasados, sino que se establecen también nuevas normas referentes a la información sobre las propiedades nutritivas de los alimentos que se sirven o expenden en los establecimientos de restauración y hostelería, como puede ser el restaurante del camping. Un cambio significativo y ciertamente relevante para el consumidor, ya que constituye la mejor herramienta para ayudarle en su toma de decisiones, evitando riesgos perfectamente controlables. UNA INFORMACIÓN COMPLETA Se entiende por información en este caso todas las indicaciones, marcas de fábrica y signos relacionados con un alimento que figuran en un envase, sea cual sea su formato, así como el aviso en los soportes en los que se detalla la oferta gastronómica de establecimientos gastronómicos. Su
La gestión del control de alérgenos es una materia indispensable también en los restaurantes del camping. Foto: camping resort Sangulí.
objetivo debe ser siempre ofrecer una información clara y veraz al consumidor, así como ser fácilmente legible e inteligible. Porque el nuevo reglamento pretende velar sobre todo por el derecho de los alérgicos al consumo seguro, por lo que dedica un apartado al etiquetado específico que deben tener aquellos alimentos con determinadas sustancias o productos alérgenos, o que son susceptibles de causar intolerancias. Así, la normativa detalla en una lista los 14 alérgenos de obligada declaración, y fuerza a los productores y establecimientos –tanto en la carta como en los menús diarios–, a detallar claramente el origen y la composición de cada alimento preparado. La gestión del control de alérgenos, por tanto, es una materia indispensable para cualquier establecimiento alimentario, debiéndose integrar como un procedimiento preventivo más dentro del Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC) que establece el gobierno europeo. Y, para ello, se hace imprescindible concienciar a los responsables de las empresas alimenticias sobre la importancia de una ley cuyo incumplimiento está penado con fuertes multas, o amenaza de cierre en caso de incidente grave. Solo tomando conciencia de esta problemática, los directivos y responsables de empresas hosteleras (léase gerentes de camping con restaurante propio) verán necesario afrontar el adiestramiento especializado de todo el personal, basado en un profundo conocimiento sobre el listado de alérgenos existentes; las mejores prácticas en la manipulación, para evitar una contaminación involuntaria, así como la clara y correcta información a los consumidores sobre la presencia de alérgenos en la composición de los productos que ofrecen.