E N P O R TA D A · S E C T O R D E L A S E G U R I D A D , U N A Ñ O D E S P U É S
UN A MIR A DA RE T ROSPEC T I VA Las organizaciones sanitarias somos de facto Infraestructuras Críticas que no solo mantienen un servicio esencial y estratégico como es la atención sanitaria, sino que han dado respuesta a una situación crítica.
SANTIAGO GARCÍA SAN MARTÍN PRESIDENTE DEL OBSERVATORIO DE SEGURIDAD INTEGRAL EN CENTROS HOSPITALARIOS. OSICH
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Con prácticamente un año de perspectiva sobre el inicio de la emergencia sanitaria del COVID19, este es un momento adecuado para intentar sacar lecciones sobre la misma en el ámbito de la seguridad en hospitales. Como en toda mirada retrospectiva ahora nos debe resultar fácil ver nuestros fallos y comprender en qué podíamos haber mejorado antes de esta emergencia, pero también nos permite ver nuestros aciertos y sacar lecciones positivas. Las organizaciones sanitarias hemos sido la piedra fundamental sobre la que se ha organizado la respuesta ante esta emergencia, poniendo en valor lo que desde OSICH llevábamos reclamando hace años: Las organizaciones sanitarias y más concretamente los grandes hospitales somos de facto Infraestructuras Críticas que mantienen no solo un servicio esencial y estratégico como es la atención sanitaria, sino que han dado respuesta a una situación crítica, salvando decenas de miles de vidas, adaptándose a las necesidades de material, de organización o de personal en tiempo récord
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CUADERNOS DE SEGURIDAD
y salvando todos los obstáculos posibles según se iban presentando. Esto ha sido posible gracias a la implicación de todo el personal que interviene en las organizaciones, tanto en los procesos asistenciales, como en los procesos logísticos, entre los que se incluye el personal de seguridad que ha realizado un trabajo increíble de adaptación, facilitando accesos para instalaciones en UCIS, que se montaban a cualquier hora del día o de la noche; custodiando material imprescindible como respiradores o mascarillas; implantando controles de accesos en zonas COVID que se iban abriendo; o impidiendo las fugas de pacientes COVID que en muchos casos debido al aislamiento se desesperaban al no ver a sus familias, y trataban de abandonar el hospital pudiendo provocar un contagio mayor a la población. El trabajo de directores de Seguridad y vigilantes de Seguridad en organizaciones sanitarias ha sido un factor fundamental que ha posibilitado por tanto esta respuesta, siendo posible gracias al compromiso de todos ellos con sus organizaciones, trabajando en condiciones muy duras y con medios muy básicos, sobre todo al inicio de la emergencia cuando prácticamente no se sabía nada sobre el virus y todos teníamos el miedo de «llevárnoslo» a casa.