Como suprimir las preocupaciones y disfrutar la vida libro

Page 148

Dale Carnegie

Cómo Suprimir las Preocupaciones y Disfrutar de la Vida

http://www.liderazgoymercadeo.com/ Paz, paz, paz maravillosa que el Buen Padre nos envía, ven a quien en Dios confia, ven a nosotros, piadosa. Mi madre quería dedicarme al trabajo religioso. Pensé seriamente en hacerme misionero. Después hice estudios universitarios y, con el correr del tiempo, experimenté un cambio. Estudié biología, ciencias, filosofía y religiones comparadas. Leí libros acerca de cómo había sido escrita la Biblia. Comencé a poner en tela de juicio muchas de las afirmaciones de ésta. Comencé a dudar de muchas de las estrechas doctrinas que exponían los predicadores de aquellos días. Estaba desorientado. Como Walt Whitman, "sentía dentro de mí el curioso y áspero interrogatorio". No sabía en qué debía creer. No veía propósito en la vida. Dejé de rezar. Me convertí en un agnóstico. Creía que la vida carecía de plan y de finalidad. Creía que los seres humanos no tenían más divino propósito que los dinosaurios que merodeaban por la tierra hace doscientos millones de años. Entendía que llegaría el momento en que la raza humana desaparecería, como había desaparecido la de los dinosaurios. Sabía que la ciencia decía que el sol se estaba enfriando lentamente y que, cuando su temperatura bajara en sólo un diez por ciento, no habría forma de vida posible en la tierra. Me reía de la idea de que un Dios benevolente había creado al hombre a su imagen y semejanza. Creía que los miles y miles de millones de astros que giran a través del espacio negro, frío y sin vida habían sido creados por la fuerza ciega. Tal vez no habían sido creados nunca. Tal vez habían existido siempre, como han existido siempre el tiempo y el espacio. ¿Es que pretendo saber ahora las contestaciones a todas estas preguntas? No. No hay persona que haya sido capaz de explicar el misterio del universo, el misterio de la vida. Estamos rodeados de misterios. El funcionamiento de nuestro organismo es un misterio profundo. Otro tanto es el de la electricidad en nuestro hogar. Otro tanto es el de la verde hierba al pie de nuestra ventana. Charles F. Kettering, el genial director de los Laboratorios de Investigación de la General Motors, dio al Colegio de Antioch treinta mil dólares anuales de su propio bobillo en un intento de descubrir por qué la hierba es verde. Dijo que si pudiéramos saber cómo la hierba es capaz de transformar la luz del sol, el agua y el dióxido de carbono en su alimentación de azúcar, podríamos transformar la civilización. Hasta el funcionamiento del motor de nuestro coche es un profundo misterio. Los Laboratorios de Investigación de la General Motors han empleado años de tiempo y millones de dólares en el empeño de descubrir cómo y por qué una chispa en el cilindro provoca una explosión que hace andar a nuestro coche. E ignoran todavía la respuesta.

148


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.