Luis Sandoval Smart (1904-1969) Médico Bioquímico. En 1935 ingresó al Servicio de Investigaciones, Identificación y Pasaportes cumpliendo funciones en el Laboratorio de Policía Técnica, donde llega a convertirse en su jefe (1942 hasta su retiro en 1959). Fue profesor de la Escuela Técnica de Investigaciones. Trabajó en una comisión nombrada por el entonces Director General Luis Brun D’Avoglio , que se abocó a crear brigadas especializadas, tarea que asumió junto a otros destacados profesionales, como el médico Osvaldo Esquivel. Luis Sandoval Smart fue autor de textos obligatorios en el estudio de la criminalística: “Ensayos sobre bioquímica de la sangre” y “Huellas digitales”. Su “Manual de Criminalística” fue el texto inspirador y el modelo para varias generaciones de detectives. Manuel René Vergara Vergara (1916-1981) Subprefecto. En 1937 ingresó a la Escuela Técnica de Investigaciones. Al poco tiempo de graduarse de Detective 3° dejó el Servicio de Investigaciones Identificación y Pasaportes, llamado por su ambición viajera. Así, se radicó en Argentina, tampoco en una estancia muy prolongada. En 1944 se reintegró a Investigaciones, asumiendo -entre otras tareas- primero como ayudante y luego como profesor titular de la cátedra de Policía Técnica (hoy Criminalística). La investigación policial desarrollada por Vergara en el crimen del “Tucho” Caldera lo elevaría a los altares de la criminalística. Por esta razón, fue
π Roberto Schmied Marambio, primer Director General titular de carrera.
comisionado con un viaje a Estados Unidos, invitado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Con la creación de la Brigada de Homicidios se convierte en uno de sus primeros jefes. En 1952 asiste al Curso de Inspectores de Scotland Yard, en Londres, donde se perfeccionó en investigaciones criminalísticas. En 1957 se acoge a retiro de Investigaciones. Ese mismo año se convierte en profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile. Su nombre -como un hábil investigador criminal- trascendió fronteras: en 1959 fue comisionado por Naciones Unidas para investigar en Bolivia el asesinato del político nacionalista Óscar Unzaga de la Vega y en 1960 es contratado por el gobierno venezolano como Asesor del Ministerio de Justicia, donde participa en la reorganización de la Policía Técnica Judicial (PTJ) e imparte clases de criminalística, y esclarece el atentado explosivo contra el Presidente Rómulo Betancourt (encargado por la OEA). Es precursor de la novela negra en Chile, con una decena de obras: “La Bailarina de los Pies Desnudos” (1938), “Pesquisa del Pensamiento”, “Territorio del Ensueño”, "El Pasajero de la Muerte” (1969), “La Otra cara del Crimen: el caso de Alicia Bon” (1970), “¡Qué Sombra más Larga tiene este Gato!” (1970), “Taxi para el Insomnio” (1972), “Un Soldado para Lucifer” (1972) “La Pluma del Ángel” (1973), “De las memorias del Inspector Cortés” (1976) y “Más allá del Crimen” (1978).
π Manuel Chacón Garay, comandante de la guardia municipal de Santiago.
π Subprefecto Manuel René Vergara.