Bogotálogo: usos, desusos y abusos del español hablado en Bogotá - Tomo II

Page 121

z

za. En lengua chibcha, noche. zafa jirafa. Anacrónico término correspondiente a la cultura hippie tardía de comienzos de los 80, popularizado por el joven Andresito, hijo del entrañable doctor Pardito, ambos personajes del seriado cómico-costumbrista ‘Don Chinche’. Equivocadamente hay quienes aún lo relacionan con la juventud contemporánea. (El estupendo actor Diego Álvarez, quien encarnó a Andresito Pardo, falleció en 1993 en medio de tristes y oscuras circunstancias) . zampado. Individuo entrometido e impertinente. zampar. Golpear. Arremeter en forma violenta contra algún individuo o propinarle algún daño. zanahoria, hora. Medida emprendida durante la administración de Antanas Mockus. Ordenaba dar por cerrados bares y establecimientos festivos una vez el reloj marcara las 2 de la madrugada. zanahorio. Individuo de costumbres saludables y acaso monásticas. El término alude al adjetivo ‘sano’. zapatones. Estilo descontinuado de calzado impermeable para hombres, indicado para temporadas lluviosas. Los zapatones tenían un tamaño mayor que el de los zapatos convencionales, lo que permitía llevarlos sobre éstos a manera de cubierta protectora. zaque. En lengua chibcha, gran señor. El zaque era el equivalente tunjano del zipa bogotano. Véase zipa.

*bogotálogo

(255) zarrapastroso. De aspecto desmirriado y miserable. zarzo. Desván. zarzo, caído del. Individuo afligido por desequilibrios mentales o emocionales. Dícese de quien tiene ideas desaguisadas o emprende proyectos alocados. zasca. En lengua chibcha, periodo del día comprendido entre el ocultamiento del sol y el comienzo de la medianoche. zipa. 1. En las jerarquías del pueblo muisca, máximo soberano, a quien sus súbditos debían incuestionable acatamiento. Una traducción literal para el término sería la de 'gran señor'. La condición de zipa se heredaba por la línea matrilineal, para evitar que el heredero fuera el fruto de alguna infidelidad oculta. Esto significa que el heredero del zipa era en realidad su sobrino. Si el zipa carecía de herederos, debía efectuarse un peculiar proceso de selección. Según Juan de Castellanos y Lucas Fernández de Piedrahíta, los candidatos a zipas tenían que ser dos guechas de entre los más fornidos, a los que se sometía a una rigurosa prueba, consistente en ubicarlos frente a una grácil doncella, a su vez también seleccionada entre las más hermosas del pueblo. Los tres debían presentarse en completa desnudez ante un tribunal conformado por jueces atentos y prestos a detectar cualquier reacción fálica debida a los atributos de la jovencita. Aquellos individuos cuyo tolete viril sucumbiera a tales encantos eran de inmediato descartados, por considerar tal situación como un inequívoco signo de debilidad. Quien soportara impasible tan compleja prueba era entonces reclutado como miembro de las honorables fuerzas armadas del pueblo muisca. Dado que no existe un conocimiento preciso en relación con la fonética del término, en la actualidad na-


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.