No.14 La Ciudad

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bestiario

El amor de los cangrejos

PrefeririaNoHacerlo.com

Daniel García

Una vez sentí odio y pensé en los cangrejos. Y pensé que los cangrejos no sienten odio ¿Sentirán los cangrejos? Evidentemente sienten, sienten miedo al menos, sienten hambre y deben sentir otras cosas también, pero nunca he visto dos cangrejos tomados de las tenazas caminando de lado por la playa. O quizás sí, no lo recuerdo, puede que haya sido un sueño o un programa de la National Geographic. El asunto es que creo haber visto un par de cangrejos tomados, entrelazando las pinzas, pero estaban de frente y bailaban. A lo mejor eso es amor para los cangrejos, los cangrejos pueden sentir amor, pero no saben como mostrarlo y a lo mejor se matan de amor, se matan por amor. No sé si Freud pensó alguna vez en analizar cangrejos y preguntarse si sabían de esas cosas. “Pero los cangrejos no tienen alma ni piensan”, me dice un amigo. “Hace 100 años las mujeres tampoco, le digo, pero aún así estábamos seguros que amaban”. Mi amigo se pasó la mano por la cara. “Pero las mujeres hablan, no comen carroña y no tienen pinzas”. “Las mujeres son mujeres, le digo, aman como mujeres y no pueden amar como hombres porque solo aman como aman las mujeres, los cangrejos son cangrejos y aman como cangrejos”. Ambos nos callamos un rato. “Pero las mujeres no pelean con pinzas, no aman con pinzas. Los cangrejos tampoco hacen el amor, solo se apare.. ”, dijo todo rápido, como botando espuma por la boca y después ya no entendí nada. Había burbujas flotando en el aire y pensé que era la cerveza que nos tomábamos, pero sentía el olor salado de su aliento en la cara. “Así tampoco vas a entender a los cangrejos, a las mujeres o a nadie. Aunque tampoco tienes que entender a los cangrejos, dije, solo dejar que se amen como los cangrejos se aman, con pinzas o sin ellas”. Entonces mi amigo se movió de un lado a otro, moviendo las mandíbulas sin decir nada. Esa fue la última vez que lo vi. Después me dijeron que lo vieron deambulando por la playa, moviendo un par de pinzas. “Abría y cerraba las pinzas en el aire. Parecía que tocaba castañuelas”. Eso fue lo que me contaron.

58 Septiembre2013


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