Una oportunidad para aprender. La dimensión intercultural en la formación del profesorado

Page 33

UNA OPORTUNIDAD PARA APRENDER. LA DIMENSIÓN INTERCULTURAL EN LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO

1.1.1. La cultura Cultura, según el Diccionario de la Real Academia Española (1992:624), significa “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico e industrial, en una época o grupo social, etc,” Desde la antropología clásica nos llega la idea de cultura como herencia social, sin olvidar, tal como señala Aguirre (1993), que existen diversas conceptuaciones que diferentes autores hacen, dependiendo, unas veces de las escuelas antropológicas y otras de su perspectiva ideológica. Concretamente este autor las clasifica en las siguientes categorías: descriptiva, histórica, normativa, psicológica, estructural, genética, evolucionista, histórico-particularista, funcionalista, y estructuralista. En la misma línea, Chilcott (1987) pone de relieve la importancia de algunas teorías, entre las que destaca el evolucionismo cultural, el funcionalismo, el estructural funcionalismo, la ecología cultural, la antropología lingüística, el estructuralismo y el interaccionismo simbólico como base para explicar la realidad cultural. Pero es la aportación de Velasco, García Castaño y Díaz de Rada (1993), recogida por Axpe (2003), la que añade una nueva visión, basándose en los trabajos de Spindler (1993) en los que señala que para entender el complejo mundo de los procesos de transmisión de la cultura, es preciso entender la diversidad con la que diferentes grupos utilizan tales procesos para cosas muy similares, aunque desarrollando acciones, lugares y momentos diferentes. Sin embargo, Lynch (2004) sostiene una tesis mucho más sencilla cuando dice que “la cultura es una idea germánica y dieciochesca que ganó influencia con la Ilustración y que tras la expansión colonial, sirvió para explicar la diferencia europea con ayuda de otros conceptos, no menos presuntuosos, como son progreso, espíritu y civilización, hasta llegar a la actualidad, convertida en un típico rompecabezas terminológico”. Por su parte, Camilleri (1989), citado por Jordán (1996:18) en la interesante revisión que realiza, introduce el concepto de significaciones para definirla, indicando que “es el conjunto de dichas significaciones, persistentes y compartidas, adquiridas mediante la filiación a un grupo social concreto, que llevan a interpretar los estímulos del entorno según actitudes, representaciones y comportamientos valorados por esa comunidad”. Este hecho haría comprender por qué las mismas realidades tienen un sentido distinto, dependiendo de la cultura que se trate. Pérez Gómez (1998:13), recogiendo el pensamiento de Finkielkraut (1990) introduce las consecuencias de la omnipresencia de los medios de comunicación de masas, indicando que “la herencia social que recibe cada individuo no se encuentra constituida ni principal, ni prioritariamente por su cultura local, ya que estos influjos, aún importantes, se encuentran sustancialmente mediados por los intereses, expectativas, símbolos y modelos de vida que se transmiten a través de los medios telemáticos”. Éste sería el principal motivo de que el individuo, en palabras de Abdallah-Pretceille (2001:39), “esté cada vez menos determinado por la cultura a la que pertenece. No es producto de su cultura, sino, por el contrario, el actor o agente 32


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.