PUNTO “G” Manuel Rosete Chávez
Huyen los rateros circula con la frente en alto por las calles de Xalapa, va a los restaurantes con su familia, se pasea por los centros comerciales, donde es saludado con afecto. Sí los hay pero son contados, la mayor parte de los políticos, o que se dedican a esa desprestigiada actividad, lo hacen únicamente con el fin de alcanzar el poder y robar, por eso huyen del juicio ciudadano.
Optimismo a la veracruzana A Veracruz le va a ir muy bien en los próximos años y el gobierno de Enrique Peña Nieto cumplirá los grandes compromisos que hizo con los veracruzanos, porque así lo ha expresado en las últimas conversaciones que he tenido con él, expresa con gran optimismo el gobernador Javier Duarte de Ochoa. Dice que con la nueva administración federal «traemos ya avanzados grandes proyectos para Veracruz, obras de infraestructura con las que se comprometió como candidato y que ahora como presidente de México irá cumpliendo; ya estamos trabajando en una agenda de acciones y programas que vamos a desarrollar en la entidad a partir de este primero de diciembre, a partir del próximo sábado». Eso es lo que todos los veracruzanos, sin distingo de siglas partidarias, quisiéramos para avanzar, para superar el terrible rezago que hay en todos los renglones de la vida pública: educación, salud, infraestructura, empleo, pobreza, justicia, inversiones y todo lo que tiene que ver con la acción de gobernar, de conducir los destinos de un pueblo. El mandatario veracruzano confía: «Vienen muy buenas noticias para Veracruz», porque se podrá avanzar en diversos rumbos gracias a que habrá una mejor coordinación. «Esa palabra es clave en el desarrollo; cuando existe coordinación, cuando pueden las instituciones alinear objetivos, sin importar banderas ideológicas, sino que se antepone el interés de la sociedad, creo que se puede lograr con mayor determinación, celeridad y dinamismo, los objetivos que nos fijamos». Por otra parte, Javier Duarte reconoce la propuesta del presidente electo Enrique Peña Nieto para que las fuerzas políticas del país suscriban un Acuerdo Político Nacional, y confió en que se logre, porque esto demostraría la madurez y coincidencia de intereses para lograr un gran acuerdo que favorezca el desarrollo del país. «Desde Veracruz felicitamos a los presidentes de las fuerzas políticas nacionales por este acuerdo. Va muy bien y espero que se pueda realmente concretar». Son buenos deseos para que el gobierno que ha iniciado voltee la cara hacia Veracruz y cumpla con las promesas que le hicieron a sus habitantes, y a su gobernador directamente; no queremos pensar en una venganza política del peñismo por no haber ganado la elección presidencial en este estado, eso sería lo más ruin que haría Enrique Peña y su selecto grupo de colaboradores, entre los que no hay un solo veracruzano destacado que nos defienda, o que nos recomiende bien. Lo único que nos queda es la esperanza, rezar al santo del copete para que nos hagan buenas esas promesas que generalmente no se cumplen, que se olvidan o se tiran al bote de la basura porque no vale la pena atenderlas. La frase aquella —manoseada pero que tuvo su efecto en tiempos de priismo— de si le va bien al gobernador nos va bien a todos, puede que sea la correcta, por eso hay que echarle porras a Javier para que caiga en la gracia de El Señor. Como dijera Chencho, el dueño del bar del mismo nombre cuando servía tremendos tragos de medio vaso: «Es por tu bien, chíngatelo».
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Veranews / Newsver. Número 142, Diciembre 2, 2012
C
ORRÍA EL AÑO DE 1964 Y UN GRUPO DE COMPAÑEROS DE LA Escuela Secundaria Vespertina Veracruz (gloriosa) decidimos formar un equipo de fútbol para participar en la liga xalapeña. Por elementos no paramos, cuates del salón y de otros se entusiasmaron de inmediato con el proyecto y armamos el equipito, pero no contábamos con recursos ni para pagar la inscripción a la liga, menos para los uniformes y no se diga para un balón nuevo, el que había de gajos de cuero a cada rato lo ponchábamos y había que cambiar la cámara y coserlo o mandarlo con un zapatero a reparar. Quienes maduramos la idea de jugar en la liga xalapeña de fut, tomamos la decisión de salir a los comercios a pedir cooperación, dar la nuestra y buscar apoyos donde se pudiera con tal de alcanzar nuestro sano objetivo. En aquel Xalapa no había tantos comercios como ahora, pasamos a la báscula a don Toño Frutis, fuimos a la central de autobuses ADO en Ávila Camacho y de regreso, en nuestro andar de pedigüeños vimos al ex gobernador de Veracruz, Antonio Modesto Quirasco Hernández, caminando por la banqueta cerca de su casa, como acostumbraba, saludando a todos los que pasaban por ahí, siempre educado, atento y orgulloso del trabajo que había realizado como gobernador de Veracruz en el sexenio de 1956 a 1962. Sin pensarlo dos veces, los siete compañeros que andábamos pidiendo apoyo lo abordamos, le planteamos el asunto y nos dijo que sí, que gustoso nos ayudaría con su cooperación porque era para una causa noble, la práctica del deporte. Les cuento esta anécdota porque antes los ex gobernadores como el que mencionamos, como don Marco Antonio Muñoz y hasta Rafael Hernández Ochoa, concluían su sexenio y no salían huyendo del estado, al contrario, con la frente en alto caminaban por las calles de las ciudades con la tranquilidad de conciencia que da el deber cumplido, recibiendo el reconocimiento personal de los ciudadanos, viviendo con modestia y decoro. Habían sido gobernantes honestos y por lo mismo no tenían por qué esconderse de nadie. Pero la política cambió, de ser un instrumento para alcanzar el poder y desde ahí servir a los ciudadanos que los encumbran en un cargo público, se convirtió en prostituida práctica para obtener un cargo y saquear. Las promesas y los compromisos contraídos con los ciudadanos durante sus campañas, que permitieron el voto mayoritario en su favor y en consecuencia ascender al poder, van al cesto de la basura apenas se sientan en la silla. Trafican con el cargo, le meten la mano al cajón, corrompen todo lo que tocan y dedican tiempo completo a obtener beneficios personales y para la familia, esa es su única preocupación y, al final del camino, salen huyendo a tierras lejanas a disfrutar del botín obtenido durante su mandato gozando de impunidad. Es el caso del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien presumió de haber creado miles de empleos y de haber fortalecido la economía del país, pero no se quedó a “disfrutar de las bondades” del México que según él construyó en su administración; es el caso de Fidel Herrera Beltrán, quien se practica una cirugía cada que el gobernador Javier Duarte rinde un informe para tener pretexto y no venir a Veracruz, o viene embozado a supervisar sus negocios y se va, rápido para que nadie lo vea y le reclame la situación crítica en que nos dejó tras su desastrosa administración. Pasa con los presidentes de la República, con los gobernadores de los estados y hasta con los alcaldes. Contados son los presidentes municipales que en la actualidad pueden transitar con tranquilidad en sus municipios después de haber cumplido su periodo constitucional. La excepción en Xalapa es el comerciante Ricardo Ahued, quien después de haber sido alcalde se presentó ante los ciudadanos a pedir el apoyo para ser diputado federal y se lo dieron y, ahora, que ya no es nada más que un ciudadano trabajador, respetuoso y honesto como siempre,
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