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Experto Ricardo Flores: El propósito es clave en la transformación
Digitalización de Procesos EL PROPÓSITO ES CLAVE EN la transformación
Siempre he pensado que cuando eres “bueno en algo”, tienes la capacidad de ver en cámara lenta, generas una especie de inteligencia táctica al hacer algo repetidamente, lo que nos permite ver detalles. Probablemente les haga sentido esta refl exión,
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Ricardo Flores

MBA e Ingeniero Civil Electricista de la Universidad de Chile. Actualmente se desempeña como Gerente de Desarrollo en IDIEM, a cargo de los procesos de Innovación y Transformación si piensan en cómo era cuando aprendieron a conducir y como es ahora, o cómo ocurren las discusiones en las reuniones, de los temas que conocen y los que no.
A veces es bueno refl exionar ¿en qué soy bueno?, ¿es lo que quiero? y mejor aún, ¿dónde quiero llegar?. El peligroso “día a día”, es como un molde que produce lo mismo muchas veces. En ocasiones se pierde el objetivo y la tarea que sabemos hacer, nos termina robando la energía. Para generar un cambio es necesario romper la rutina, si algo no te incomoda no te está cambiando. Crecer signifi ca cambiar, y el cambio implica riesgo. Según S. Sinek: “Muchas empresas saben qué hacen o cómo lo hacen. Pero muy pocas saben por qué lo hacen”.
Hoy se habla de dos conceptos: “propósito” y “transformación”. El propósito es ese sentimiento profundo, esa motivación intrínseca que nos moviliza. No se debe mal entender o buscarlo donde no está. La recomendación es buscarlo en las organizaciones o labores con las que comparto valores, principios y esencia. El propósito es una energía que genera cambios. Las transformaciones siempre vienen de las personas. Las empresas son eso, grupos de personas idealmente motivadas que comparten visiones, conductas y valores. En muchas de estas empresas o grupos, encontramos a una generación de profesionales apodada la “generación bisagra”: con energía diferente, con visión diferente y con un propósito disruptivo. Una generación que parece ser lo sufi cientemente alocada, como para creer que puede cambiar las cosas. Es bueno escucharlos, ser fl exible y tener mente abierta. Esto no signifi ca abandonar tus ideas, sino estar abierto a los cambios.
Como líderes, no solo hay que estar abiertos a escuchar y motivar, sino también, a destrabar los cambios, reordenar los equipos, abrir espacios de innovación en presupuestos y evaluar los KPI. Muchas veces los KPI se transforman en moldes que no permiten el cambio y que llevan a las empresas a repetir historias.
Hay una frase que se usa demasiado, pero que es incompleta “lo que no se mide no mejora”. Antes de usarla hay que asegurarse de ver qué es lo que no se está considerando, pues la mayoría se enfoca en la medición de una variable que no refl eja la esencia del negocio. Yo los invito a complementar esa frase con: “Lo que no se busca, no se encuentra”, “Lo que no se experimenta, no se válida” y “lo que no se aprende, no puede escalarse”. Rescatemos lo bueno, preservemos la esencia, mantengamos un foco, innovemos y movilicemos propósitos. Nunca olvides que lo que no se comunica, no existe; y que el lenguaje genera realidades.
Probablemente, cuando mires atrás en tu vida profesional, recordaras los momentos en que fuiste grande, en que lograste o cambiaste algo, y seguramente olvides los días en que solo hiciste lo que ya sabias hacer. N&C
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