La estrategia de la ilusion umberto eco

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telediario la acogía, aunque de una manera hermética. Lo mismo ocurrió, por ejemplo, con el rechazo de Hanói a las propuestas de Nixon. El día 27, el telediario informaba de que los vietnamitas rechazaban las propuestas; el 28, los periódicos especificaban que el rechazo se había mencionado sólo en una emisión radiofónica y que oficialmente existían aún posibles aperturas; el telediario se situaba en esta línea el mismo día y ya el 29 ostentaba un cauto optimismo. Veamos ahora otro caso de «a remolque de la prensa», complicado con lo que llamaremos Efecto Pelagatos. El telediario de las 20.30 del día 26 informaba de la muerte de un obrero de Italsider de Novi al caer en una cinta transportadora. Pasaba luego a informar que los sindicatos se habían declarado en huelga «con el fin de determinar los términos de la iniciativa sindical en materia de prevención de accidentes de trabajo». No existía, aparentemente, culpable alguno. A la mañana siguiente, el Corriere precisaba muy claramente que el obrero había caído porque faltaba cierta barandilla pese al hecho de ser obligatoria. El 27, en el telediario de la misma hora, 20.30, se informaba que se habían declarado en huelga veinte mil obreros del centro siderúrgico de Taranto para exigir condiciones de trabajo más humanas. Pero esta noticia sólo se daba en relación a sí misma. El telediario de las 13.30 del día 28 (después de un largo servicio informativo en vivo a cargo de Massimo Inardi), hablaba entre otras cosas de los funerales del obrero fallecido y sólo al final de la información (Efecto Gioconda) decía que los sindicatos «lamentan la falta de medidas suficientes para proteger la vida de los trabajadores en las fábricas». Por último, el telediario de las 20.30 del día 28 realizaba un golpe teatral. Tito Stagno anunciaba dramáticamente que Donat-Cattin había amenazado a la Italsider: o cumple todas las medidas de seguridad, o la Inspección del Ministerio de Trabajo le obligará a suspender las actividades en todos sus establecimientos. Sorpresa en el telespectador: nadie ha explicado el problema de los trabajos a destajo que constituye el centro del asunto. No se comprende entonces por qué se ha desatado la furia de Donat-Cattin. Nos hallamos así ante el Efecto Pelagatos: el capitán manda llamar al cabo para pedirle que, con la debida delicadeza, comunique al soldado Pelagatos que sus padres han muerto. El cabo ordena entonces. «¡Todos los soldados que todavía tengan los padres vivos que den un paso adelante!», para agregar luego furioso: «¡Pelagatos! Eres siempre el mismo pelmazo. ¡Vuelve a la fila!». En este caso, funcionan además las reglas de Manipulación n.º 7 («Manifiéstase sólo si el gobierno ya se ha manifestado») y n.º 8 («No omita jamás la intervención de un ministro»). No se trata, naturalmente, de exigir al redactor del telediario que se comprometa en una crítica personal de la Italsider o de la dirección del hospital de Catania; pero, si en lugar de informar sólo oralmente, estas noticias se hubieran acompañado de imágenes filmadas y de entrevistas a sindicalistas y obreros, los problemas hubieran salido a la luz por sí mismos. Pero aquí entra en juego la regla de Manipulación n.º 9: «Las noticias importantes deben darse sólo oralmente. Las irrelevantes pueden y deben ser filmadas». En el telediario de las 13.30 del día 29, por ejemplo, se www.lectulandia.com - Página 163


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